lunes, 27 de diciembre de 2010

Morir leyendo

                                    
                                     Paul Cézanne: retrato del artista fracasado.

Casualmente he topado con este retrato de Cézanne. Me ha recordado una frase que tengo recogida en uno de mis cuadernos de apuntes, citas y pensamientos varios: "No quiero manchar mi vida de fracasado con una victoria".
Es curioso que no anoté el autor. Ahora he puesto la frase en el buscador y tampoco me dice quien la acuñó. Si alguien conoce al padre de la criatura le daré cinco duros porque me lo diga.

Voy coleccionando fracasos y pegándolos en una cartilla de cupones; pronto tendré la cartilla completa y ...
( os invito a acabar la frase)

domingo, 26 de diciembre de 2010

Amor de otro mundo


Montaje que me ha regalado Carlos Alberto. Es un gran honor para mí poder posar junto a tan ilustre escritor. Gracias amigo.

Una de las primeras personas que conocí cuando desembarqué en la blogosfera en el año 2007 fue Carlos Alberto Arellano, de quien siempre me ha sorprendido gratamente su desbordante imaginación. Cuando hemos tenido tiempo nos hemos reído juntos y con ganas, inventado historias.

Ayer, le visité en su blog de diseño artístico Maqui Duende y en su entrada sobre extraterrestres le dejé el siguiente comentario:

"Recuerdo que una vez, de pequeño, me visitaron unos extraterrestres muy simpáticos. Recién habían aterrizado en medio de un sembrado de trigo aún verde; fantástica pradera para que pastaran los conejos de tres dientes y labios leporinos (obvio), cuando acerté a pasar yo por allí, buscando un amor que se me escapaba de entre las manos.

                                                                                                                                                                               Los extraterrestres se percataron de mis dificultades, y sin mediar palabra, me obsequiaron con una bella alienígena de grandes ojos celestes. El más cabezón de la trupe me dirigió la palabra en estos términos:


-Tómala y llévala contigo; llenad este planeta, del color de sus ojos, de multitud de criaturas flacas, blanquicelestes y soñolientas. No trabajéis mucho, dejad que los demás se encarguen de eso.


Desperté sobresaltado de mi gozoso sueño, el corazón se me quería salir del pecho. Era mi señora esposa que me gritaba como una loca:


-¡HACE HORAS QUE TE MANDÉ LIMPIAR LA BIBLIOTECA Y NO HAS QUITADO NI UNA MOTA DE POLVO!
-Es que me quedé dormido en el sillón, es tan blandito. Ya me pongo, ya, no me grites...Quedé un rato pensando para mis adentros ¿dónde se fue aquella bella alienígena de ojos azules?"

viernes, 24 de diciembre de 2010

La Navidad vista con otros ojos

Hablemos claro. A continuación os escribo el significado de algunas palabras. Dejemos de hablar con eufemismos:

AMIGA: Dícese de la mujer que tiene ese 'no se qué' que elimina toda intención de acostarse con ella.


AMOR A PRIMERA VISTA: Lo que ocurre cuando se encuentran dos personas poco exigentes y excepcionalmente calientes.

ATRACCIÓN: Asociación entre calentura y una persona en particular.

BANQUERO: Es un tipo que te presta su paraguas cuando hay sol radiante y te lo reclama cuando empieza a llover.

CANDIDATO: Persona que obtiene dinero de los ricos y votos de los pobres para protegerlos a unos de los otros.

CONFIANZA: Vía libre que se da a una persona para que cometa una serie de barbaridades.

CONSULTOR: Es alguien que te saca el reloj de tu muñeca, te dice la hora y te cobra por ello.

CURA: Persona al que todos lo llaman padre menos sus hijos, que lo llaman tío.

DESILUSIÓN: Cuando el bonito trasero no coincide con la espantosa cara.

DIPLOMÁTICO: Es quien te dice que te vayas al carajo de un modo tal que te sientes ansioso por empezar el viaje.

ETERNIDAD: Tiempo que pasa desde que acabaste hasta que la dejaste en su casa.

FÁCIL: Dícese de la mujer que tiene la moral sexual de un hombre.

HOMBRE: Aquel individuo humano que durante sus primeros 9 meses de vida, quiere salirse del útero y el resto de su vida intenta entrar en él.

INDIFERENCIA: Actitud que adopta una mujer hacia un hombre que no le interesa, que es interpretada por el hombre como "se está haciendo la difícil'.

INFLACIÓN: Es tener que vivir pagando los precios del año próximo con los sueldos del año pasado.

INTELECTUAL: Individuo capaz de pensar por más de 2 horas en algo que no sea sexo.

LAMENTABLE: Hombre con una erección que camina hacia una pared y con lo primero que la toca es con la nariz.

LENGUA: Órgano sexual que algunos degenerados usan para hablar.

MODESTIA: Reconocer que uno es perfecto sin decírselo a nadie.

MOLESTA: Persona que habla cuando uno desearía que escuchase.

MONOGAMO: Polígamo reprimido.

NINFÓMANA: Término con el cual un hombre define a una mujer que desea tener sexo más a menudo que él.

BOY SCOUT: Un niño vestido de estúpido, comandado por un estúpido vestido de niño.

PESIMISTA: Optimista con experiencia.

SWEATER: Prenda que usan los niños cuando la madre tiene frío.

SUPERMODELOS: Evidencia de que todos los demás estamos mal hechos.

TRABAJO EN EQUIPO: Posibilidad de echarle la culpa a otros.

UROLÓGO: Especialista que te mira el pene con desprecio, te lo agarra con asco y te cobra como si te lo hubiera chupado
 
                    No era el mejor momento para desearle unas Felices Navidades al pavo.

SED FELICES AMIGOS, CON O SIN NAVIDADES, LA FESTIVIDAD ES LO DE MENOS

lunes, 20 de diciembre de 2010

EL PASO DEL TIEMPO


Dos amigos hortelanos conversan animadamente sobre la variedad de cebollino que más enraiza en estas feraces tierras. Continuara la conversación ...




Cuéntame. La casa de los Alcantara hace 30 años. Siempre fui viejo, la "Mildred" me obligó a cortar las barbas, sin ponerlas a remojar ...

domingo, 19 de diciembre de 2010

¿Quién formatea nuestras mentes? (y 3)



Es continuación de la entrega 1 y de la entrega 2

Los programas basura copan el espacio televisivo
¿Para qué queremos 50 canales de TV?, si nos sobran dedos en una mano para contar los que no atentan contra la dignidad e inteligencia humanas.
Juicios paralelos, presunción de culpabilidad, mentiras, bajos instintos, coyundas, malos tratos; lenguaje soez, griterío, calumnias. Morbo y amarillismo ¡Viva España!

Vivimos inmersos en la Frivolidad: la chabacanería y la vulgaridad es el hábitat natural al que nos hemos acostumbrado. El valor de una persona se tasa por su valor mediático. Las personas más desaconsejables se forran por contar frivolidades que casi siempre, además, son mentiras.

La población española, que no es cutre (¡Bueno!), debería castigar a este tipo de programas “humillantes”, y NO rebajarse a ellos viéndolos. El público tiene el mando (“de la tele”, pero por lo que se ve su mente la manejan otros) para poder castigarlos.

El poder político se somete al poder económico.

No estoy diciendo nada nuevo, es el mismo discurso de siempre: los políticos, con sillón en los despachos donde reside el poder de decisión, se someten a los dictados de las grandes corporaciones transnacionales (y, muchos politiquillos de la “escala básica”, han establecido sospechosas “relaciones fraternales” con algunos privilegiados -por ello mismo- industriales locales).

Mientras el pueblo, se entretiene con el circo de Belén Esteban y Compañía, no da la lata, no molesta. Tiene la barriga llena y la mente ocupada (¡UF, qué desastre nacional sería si a la “plebe” le diera por pensar!)
 A los modernos poderes fácticos -políticos títeres y grandes corporaciones industriales- (antaño fueron el cura, el terrateniente y el teniente -gente valiente, ente, ente... por la fuerza bruta- de puesto) que ahora tenemos, les interesa el amansamiento (de atontar) de las masas sociales y su puesta en trashumancia hacia los pastos sembrados por el capitalismo más neocom (salvaje) para que consumamos sus mierdas de productos. Nos prometen la felicidad más grande y duradera (como al pueblo elegido) consumiendo el producto anunciado, en caso de no hacerlo seremos los más desgraciados del mundo.

Digamos como Sócrates (o fue Diógenes?); ¡Cuántas cosas hay en este mercado que NO NECESITO! Que no nos creen necesidades que ni teníamos ni mejoran nuestro bienestar: lo único que quieren es hacernos consumidores esclavos.

Sepamos que vivimos en la gran mentira, la percepción de las cosas es más importante que la realidad de las cosas. Ésta es una crisis de percepción.

Hagamos caso, de nuevo, a Sócrates, quien dijo “conócete a ti mismo”. La virtud reside en el conocimiento, es la mejor vacuna para defendernos de la manipulación de los “nuevos poderes fácticos”.

Practicar el dominio de uno mismo y repetir (haciéndonos un gran beneficio a nosotros mismos y a nuestra Madre Naturaleza) cuando surja la tentación de consumir: ¡CUÁNTAS COSAS QUE NO NECESITO!

Dicen que se acerca la Navidad, son días propicios para leer este enlace (estemos al loro). Y no  abusar de esto. Interesante y muy recomendable ver este video con viñetas de El Roto

sábado, 18 de diciembre de 2010

Casualidad

A causa de la imagen, con interesante reflexión, que ha publicado Pedro en la acequia sobre la casualidad, he recordado un poema (en versos libres, forzados y caóticos) que escribí en el año 1997, después de un gran "hachazo" (que dijera Arrabal) en mi vida. Así es cómo yo concibo el trascurrir de la vida, tal como escribo en el siguiente poema.


CASUALIDAD


Un primogénito imberbe

Paseaba por la gran urbe;

Por la acera de la avenida

Junto a su perro iba.

Separándose de su amo, el canino,

Se dispuso a cruzar la calle

Pues al otro lado escuchaba

Ladridos femeninos que,

Servicios sexuales le reclamaban.

Cuando al otro extremo cruzaba,

Una masa de hierro andante

Que al mismo tiempo circulaba,

Sus tiernas carnes al asfalto

En relieve dejó grabadas.

(En la lejanía se oye un coro celestial que canta:


“No por casualidad has pasado hoy cerca de mi “)



¿No fue casual el celo de aquella perra?,

¿No lo fue también ser amo de aquel perro?,

¿Quién dispuso sacrificarlo

Allí y en aquel momento?.

¿Casualidad o destino?

Perra ,perro, amo y sitio.

Huérfano el primogénito

De su dios olvidado,

Con lágrimas en los ojos

Se le oye va susurrando:

“No por casualidad has pasado hoy cerca de mi”.



El perro ya no ve a su dios

Al que amaba, lamía y carantoñeaba;

Dios se ha quedado sin su hijo,

¿de qué sirvió aquella hazaña?.

Cada uno cargamos con nuestro asfalto,

Y hay un Pilatos en la otra acera

Que indiferente se lava las manos

Mientras la humanidad circula ciega.



Pensamientos en la niebla

Se nos enredan en la mente,

Se entrelazan, se deshacen,

Se evaporan en el ambiente.

¿Por qué somos, por qué estamos ….?,

Nacer para ser vendidos

A la sociedad incansable de bienes,

Incansable de materialismo.


¡Qué mas da, ser anglosajón, francófono´,

Hispano u oriental ¡,

Norte o sur ¡qué mas da ¡

SI EL BURRO TOCÓ LA FLAUTA POR CASUALIDAD .

(Coro: NO POR CASUALIDAD HAS PASADO HOY CERCA DE MI)

jueves, 16 de diciembre de 2010

CAPERUCITA ROJA Y EL LOBO


He encontrado en las carpetas que mi hija guarda con los apuntes de cuando estudió Filología Hispánica, de la cual es licenciada la niña, el siguiente  cuento en verso de Caperucita, que paso a compartir. Supongo que es generalmente conocido, pero siempre arranca una sonrisa leerlo de nuevo.

CAPERUCITA ROJA Y EL LOBO


Estando una mañana haciendo el bobo
le entró un hambre espantosa al Señor Lobo,
así que, para echarse algo a la muela,
se fue corriendo a casa de la Abuela.
"¿Puedo pasar, Señora?", preguntó.
La pobre anciana, al verlo, se asustó
pensando "¡Este me come de un bocado!".
Y, claro, no se había equivocado:
se convirtió la Abuela en alimento
en menos tiempo del que aquí te cuento.
Lo malo es que era flaca y tan huesuda
que al Lobo no le fue de gran ayuda:
"Sigo teniendo un hambre aterradora"...
¡Tendré que merendarme otra señora!"
Y, al no encontrar ninguna en la nevera,
gruñó con impaciencia aquella fiera:
"¡Esperaré sentado hasta que vuelva
Caperucita Roja de la Selva!"
-Que así llamaba al bosque la alimaña,
creyéndose en Brasil y no en España-.
Y porque no se viera su fiereza,
se disfrazó de abuela con presteza,
se dio laca en las uñas y en el pelo,
se puso la gran falda gris de vuelo,
zapatos, sombrerito, una chaqueta
y se sentó en espera de la nieta.
Llegó por fin Caperu a mediodía
y dijo: "¿Cómo estás abuela mía?
Por cierto,¡me impresionan tus orejas!"
"Para mejor oírte, que las viejas
somos un poco sordas". "¡Abuelita,
qué ojos tan grandes tienes!". "Claro, hijita,
son las lentillas nuevas que me ha puesto,
para que pueda verte, Don Ernesto
el oculista", dijo el animal
mirando con gesto angelical
mientras se le ocurría que la chica
iba a saberle mil veces más rica
que el rancho precedente. De repente
Caperucita dijo: "¡Que imponente
abrigo de piel llevas este invierno!"
El Lobo, estupefacto, dijo: "¡Un cuerno!
O no sabes el cuento o tú me mientes:
¡Ahora te toca hablarme de mis dientes!
¿Me estás tomando el pelo...? Oye, mocosa,
te comeré ahora mismo y a otra cosa".
Pero ella se sentó en un canape
y se sacó un revolver del corsé,
con calma apuntó bien a la cabeza
y -¡pam!- allí cayó la buena pieza


***
Al poco tiempo vi a Caperucita
cruzando por el Bosque...¡Pobrecita
¿Sabéis lo que llevaba la infeliz?
Pues nada menos que un sobrepelliz
que a mí me pareció de piel de un lobo
que estuvo una mañana haciendo el bobo.
"Cuentos en verso para niños perversos",

Roal Dahl, Ed. Altea

domingo, 12 de diciembre de 2010

Bibliografía quijotesca consultada: "Invitación al Quijote"


Como quiera que mientras he leído semanalmente un capítulo del Quijote de la mano de Pedro Ojeda y su Club de Lectura de la Acequia, no he tenido tiempo -o memoria- de mencionar algunas de las fuentes que me han ayudado a obtener información complementaria sobre el Gran Libro, ahora algo más relajado (pero no mucho), voy a dar cuenta de alguno de ellos.

Al incorporarme a la lectura colectiva en Noviembre del 2008, pregunté a Pedro que me recomendara algun libro de utilidad para una buena  comprensión del Quijote. Como no podía ser de otra forma me indicó el mejor: "Aproximación al Quijote" de Martín de Riquer. En pocos días estaba en mis manos éste librito. Abejita de la Vega me recomendó una excelente, más que biografía sobre Cervantes, del historiador Manuel Fernández Álvarez. "Visiones del Quijote" es otro libro extrordinario. Ya iré dando cuenta de éstos y otros más "endebles" que tengo por ahí.

Pasadas un par de semanas de mi incorporación, un comentarista de La acequia de quien no recuerdo el nombre, mencionó "Invitación al Quijote" de Jaime Fernández. Mi menda, sin decir nada a nadie, lo compró en un periquete.
Me ha servido de guía, sobre todo en lo capítulos largos, para no perder el hilo argumental de mi comentario semanal (sí, confieso que he tenido ayuda: pero los chistes y bromas eran sólo míos; que yo me tomo muy en serio mis "informalidades").

Ahora trascribo una excelente cita que el amigo Fernández incluye al principio de  este libro (las 22 páginas de introducción las he leído ayer, antes no había tiempo). La cita es de un autor ruso, santo de mi devoción, Fiodor Dostoyevski (él creo en "El Idiota" al príncipe Mishkin, otra suerte de don Quijote.  A Jesucristo podríamos adjudicarle el mismo calificativo), quien dice así en su "Diario de un escritor".

"No puede hallarse una obra más profunda y poderosa que Don Quijote. Representa, hasta el momento, la más grandiosa y definitiva palabra de la mente humana; y también la más amarga ironía que puede formular el hombre . Y si el mundo se acabase y en el más allá -en algún lugar- alguien le preguntase al hombre : Bien ¿has comprendido tu vida?, ¿cuáles son tus conclusiones sobre ella?, el hombre entonces silenciosamente,  podría entregarle el Quijote: Estas son mis conclusiones acerca de la vida, y tú ¿me puedes criticar por ello?"

sábado, 11 de diciembre de 2010

¿Quién formatea nuestras mentes? (II)

                                                    Clic: hoy tambien se resiste la imagen


Es continuación a mi entrada del 12 de Octubre (Clic aquí mismo)

1.- MEDIOS DE COMUNICACIÓN (los cántaros, cuanto más vacíos, más ruido hacen:Alfonso X El Sabio)


¿Qué pretenden estos medios, este poder? ¿qué están consiguiendo?: nuestra IDIOTIZACIÓN

Anular nuestra capacidad de reflexión, alimentando nuestra mente con dosis masivas de FRIVOLIDADES, de conceptos y asuntos inútiles y yermos, que son nocivos para nuestra salud mental y, a la postre, económica; pero que son de fácil ingestión: los deglutimos sin mascar -sin procesar en nuestra mente-. O sea, anulan nuestra capacidad de reflexión, para convertirnos en consumidores aborregados del sistema que les enriquece. La IDIOTIZACIÓN -intoxicación casi irreversible- de la sociedad es un hecho.

Desgraciadamente, aún hoy en día, existe un amplio sector de la población que considera importante y materia de valor todo lo que difunden los medios de comunicación; especialmente la TV. Este sector de la sociedad da por sentado que es cierto y “bueno” todo lo que se transmite por ella. Casi nadie, de entre ellos, pone en duda que lo que se nos comunica por TV pueda ser falso, sus contenidos hayan sido tergiversados o sacados de contexto. La Televisión -como otros dioses-, es objeto de culto y como tal es venerada.

Argüimos la excusa de que, si no nos instruye, al menos entretiene: bastantes quebraderos de cabeza nos endiña ya la vida diaria, como para que luego nos la sigamos “calentando” con programas, libros etc que nos obligan a seguir pensando ¡Por favor, más pensar NO!!: ¡No ves que mona ha salido hoy la princesa Leticia! ¡Lo que sabe “la Esteban”, ésta va para presidenta del gobierno!! De este país nos podemos esperar ya cualquier cosa..., sobre todo que no falten frivolidades (se me vino a la cabeza “gilipolleces”, pero me reprimí)

Nota revulsiva:

Debe continuar...

miércoles, 8 de diciembre de 2010

COMIDA QUIJOTESCA (II)



Foto secuestrada a José Manuel "Firvulag". Aqui posamos todos con la panza llena y los mofletes coloraos...

 
Aquí se ve a un buen puñado de los asistentes a la comida quijotesca. Un servidor no sale en la foto porque está con la cámara en ristre, cosa lógica. Fuimos 22+1 (el 1 fui yo que no comí olla podrida por prescripción médica; excusas..., mi menda que quería mirindar solomillo de ternera)
... Continuación de entrada anterior

Enlaces en azul, bleu o azur (se puede escuchar mientras se lee).

Constaté que la conducción de Pablo (Clic Cornelivs) no tornaría a paso de tortuga por más que yo le incordiara, por lo que asumí mi papel de acompañante sufridor, relajando con ello mi motobomba coronaria y el ambiente general. Después de recorrer el norte de la provincia de Jaén, nos adentramos en el desfiladero de  Despeñaperros (terrorífico nombre,¿alguna vez despeñarían a algún canino por aquí?) Cuando ultimamos el estrecho paso, famoso antaño por ser refugio de bandoleros, avistamos tierras de La Mancha (no me apetece precederle de “Castilla”: no lo dice El Quijote), como nunca nos la describió  Cervantes: cubierta de nieve. Don Quijote y Sancho se lo perdieron, por no haber hecho salida en Diciembre. También sería engorroso para ellos tener que acarrear abultados hatos ahítos de ropa de invierno con la que abrigar a nuestra graciosa pareja. Ellos, ligeros de ropa, por si había que aligerar vientre bajo algún chaparro.

Cruzamos toda La Mancha cubierta por un albo manto de nieve. No vimos ningún conejo corriendo por sus llanuras. Apenas si se percibían las viñas que producen el endeble vino manchego, por estar cubiertas con una blanca sábana. Se me vino a la cabeza la evidente reflexión consistente en que, si aquellos parajes estaban nevados, de Madrid para arriba,  los recios castellanos,  seguro que  no estarían tomando el sol en las terrazas. Y acerté: no había ni un grajo en las calles; sí vimos unas bandas de negros estorninos. Tienen que ser duros estos bichos.




Así estuvo la carretera desde Despeñaperros hasta Burgos. Pero mi buen piloto Cornelivs supo sortearla cual Fernando Alonso.

En el comedor, junto a nuestro entrañable profesor Pedro Ojeda. Me llamó la atención lo campechano y simpático que es; porque lo de gran erudito ya lo sabíamos: se queda uno embelesado escuchándolo.

Anduvimos la meseta castellana, también toda nevada. Yo, ya no hablaba a Pablo, sólo cerraba los ojos cuando venía alguna curva; o cuando nos acercábamos a las máquinas quitanieves y esparcesales.
                                                                                                                                                                 -AY! ¿Queda mucho Pablo? 
-Nooo, una horilla
- ¡Para Pablo!, que voy a fotografiar ese almiar de paja; ¡qué peaso de almiar!, contendrá varios trailers de paja. Si lo vieran las cabras de mis cabreros se le haría la boca agua; están cansadas de comer hojas de olivo.

Llegamos a las tres del mediodía al Hotel Corona de Castilla, en todo el centro de Burgos. Junto al Parque del Espolón (éstos se enteraron del nombre de una revista que se edita, o editaba..., por aquí y le copiaron el nombre; fijo). Por allí justito pasa el Río Alarzón, que estaba casi congelado: un torrentillo de agua se abría paso entre unas dunas de nieve. Desde su puente se ven la agujas de la Catedral como gigantes imponentes (que es la de Burgos, no cualquier cosa).

Practicamos algo de patinaje sobre hielo por aquellas calles burgalesas, que no me parecieron muy transitadas de gente. No, me dio la impresión de que la ciudad es tranquila, no como Córdoba v.gr.

El sábado nos acomodamos en los coches disponibles y pusimos rumbo hacia Ibeas de Juarros, que se encuentra a unos dies Km; donde nos esperaba la famosa olla podrida que Sancho se relamiera en la bodas de Camacho:espumas de gallina -que también, creo, que sirvieron en las de Camacho-  no vi.

A los postres leí un comunicado de mi buen amigo Manolo Tuccitano, quien no pudo asistir  a este encuentro. Rezumaba su escrito (casi dos folios: ¡Manolo, con lo mal que yo leo! que tengo lengua de trapo) tanto sentimiento y humanidad que poco me faltó para que me fallara la garganta; uno que se emociona. Cuando acabé la lectura el comedor con sus 23 comensales dentro explotó con un fervoroso aplauso: nos llegaron al corazón las palabras de Manolo.

No me canso de hablar y pensar sobre la calidad humana de todos los asistentes. Vuelve uno a su casa pletórico de felicidad. La gente que le rodean a uno no aciertan a comprender el estado cuasi místico en que uno se encuentra. Y es que es demasiéeee pal cuerpo..., y pa l´arma.

Nota revulsiva:
Hay un montón de detalles y anécdotas, fruto de este viaje, que ahora no tengo tiempo de contar. Pero creo que lo más  maravilloso de todo, que es el factor humano de toda la troupe, está dicho.
Comida que pertenece a la Red de Comidas Literarias que desde su blog    La Acequia coordina el Profesor Pedro Ojeda Escudero.  

lunes, 6 de diciembre de 2010

La "olla podría" que bien holía (no he dicho que bien sabía -que no sé si era lista-)

Paco Cuesta regala una escultura de Don Quijote a nuestro profe del Quijote en estos últimos dos años y medio. Pedro lo recibió como si de un auténtico Óscar de Holywood se tratara. Fue muy emocionante. Sólo faltó "la Pene" que gritara PEDROOO (Foto de Pancho)

Disculpas anticipadas por mi retraso en comentar la quijotesca comida del sábado pasado en Ibeas de Juarros. Ya me dí un rule por varios blogs colegas y publicaron sobre el citado culinario encuentro. Podéis echarle un vistaso a sus respectivos blogs (los asíduos a la acequia ya lo habrán hecho) mientras yo saco mis fotillos de mi cámara de 2 pesetas y tres reales.
Mañana salgo de viaje, por lo que completaré esta entrada el miercoles que es festivo (aunque los autónomos no entendemos mucho de fiestas).

Blog de Pancho

Blog de Abejita

Blog de Aldabra

Ya iré visitando a los que no he podido aún. Pedro supongo que hará una entrada esta noche a las 23Hr, es que nos salió un profe-murciélago (aunque yo le miré las manos de cerca -sin que se diera cuenta- y las tenía blanquísimas...como el pie de Dorotea).

Me dejo ya de rollos y empiezo:

Quedé el viernes con Pablo Cornelivs, para ir juntos en su coche, a las 9 de la mañana en Jaén, en el carrefour -encima le hago propaganda-. Tuvo Pablo que esperarme 20 minutos, porque me llevó mi hijo -el de 25 años, no el de 12 que tengo siempre en la boca- en la "fragoneta" cargada hasta las trancas de pienso para los canes jienenses. Lo "atónomos" no podemos perder viaje de porte y reporte.

Nota interfragmental: dejo de poner entre comillas las palabras raras, vulgarismos, andalusas,  incompletas etc porque si no, no acabo.

Tras el abrazo apretujao que nos dimos, porque del último hacía un año, echamos una meá en el baño del hipermercado -pa dejarle algo de provecho- y no tener que parar por el camino por esta necesidad urológica (no hay fotos del abrazo ni de la meá).

Programa Pablo el Tontorrón o GPS dirección a Burgos y YUPI allá que nos lanzamos a to trapo; 140, 150 Km/hora:
 --Pero Pablo, pa dónde vamos??.
--Pues no sé, me paese que el tontorrón éste saquivocao y ha tirao pa mi casa.
-- Pues sí Pablo me paese, de cuando vengo pa Cazorla, que esta es la carretera que va pa Baeza y Úbeda (Jódar, el pueblo de Pablo, está a 25 Km de Úbeda).

Damos la vuelta (ya habíamos andado 10 Km en contra) y ponemos dirección Bailén, Madrid. Ahora sí vamos bien. El que no iba muy cómodo era el copiloto -mi menda- de turno, que no está acostumbrao a que lo trnasporten en el asiento de al lao (ahora comprendo por qué Myr me pedía que yo la mirara cuando le hablaba, porque con esta economía de palabras que tenemos los andaluses no hay quien nos entienda; Pablo porque es abogao y se esfuerza en pronunciar).

Iba diciendo que no estaba yo muy cómodo de viajero pasivo: -PABLO LA CURVA..., PABLO EL CAMIÓN..., PABLO QUE VAS A 15O. No se pudo resistir la criatura: - PERO TE QUIERES CALLAR JOÍO QUE ME ESTÁS PONIENDO ATACAO.
Perdóname Pablo, es que soy hipocondríaco perdío. Ahora que hemos vuelto y, pensándolo serenamente, reconozco que Pablo es un conductor excelente. Gracias Pablo y perdonne moi, je suis hipocondriaqué.

Y ahora disculpadme, que se m´acabao el tiempo.

Hasta el miercoles. Todavía estoy emocionado del viaje y estancia en Burgos: Ha sido algo de un valor para mi inconmensurable (vaya palabro, tuve que corregirla dos veces)

Besos y abrazos (toy tierno tovía)

sábado, 27 de noviembre de 2010

DE LA VIRTUD (Y CONVENIENCIA) DE REIRSE DE UNO MISMO (Reposición)


                                                clic a la imagen que se resiste
Unamuno elogió la virtud de reirse de uno mismo y aconsejó que: “todos deberíamos aprender a ponernos en ridículo ante los demás”. Para ilustrar esta idea utilizó la siguiente anécdota: “Murió D. Quijote y bajó a los infiernos, y entró en ellos lanza en ristre, y libertó a todos los condenados, como a los galeotes. Cerró sus puertas y quitando de ellas el rótulo que allí viera el Dante – Abandona todas tus ilusiones – puso el que decía: !Viva la esperanza!, y escoltado por los libertados , que de él se reían , se fue al cielo” ( Luís Rojas Marcos en “La fuerza del optimismo” Pág.44 )

Los hechos que paso a detallar a continuación, sucedieron el verano de este año 2007, al que ya apuramos el último sorbo, hoy es día 30. Me encontraba con mi mujer y mi chico de nueve años, sentado junto a una mesa en la terraza del popular Bar El Cortijero, de nuestro pueblo: Priego de Córdoba. Doy fe (si aun queda alguien que me crea) de que los acontecimientos sucedieron tal y como paso a relatar:


Algunos de los últimos rayos, del sol que nos había abrasado ese día, resplandecían al estrellarse contra los vidrios que colonizaban nuestra mesa. Algunos platos se habrían paso, con su subyugante aroma, por entre vasos y botellas. La terraza del bar estaba repleta de mesas a las que había acudido una multitud de gente. Nuestra mesa se encontraba situada justo al borde del acerado, a un palmo de la calzada, donde una hilera de coches descansaban aparcados. La calle era muy inclinada y estrecha, de forma, que cuando dos coches se cruzaban, el que bajaba no tenía más remedio que circular montado por la acera para poder cruzar frente al otro sin rozarle.


Desde nuestro asiento escuchábamos el griterío que una multitud, casi enloquecida, profería dentro del abarrotado bar. Daban por televisión un partido de fútbol. Este hecho provocaba en los presentes un exacerbado jubileo, próximo al paroxismo. Todo el barrio estaba inundado de esa endiablada vorágine decibélica .


Nosotros, tranquilos en nuestra mesa, cuando ya el cristal poco a poco dejaba de brillar por aquellos rezagados haces de luz solar, atendíamos nuestro mínimos negocios que consistían en deglutir aquellos caprichos culinarios que nos habíamos regalado.


De pronto observamos como, el coche que había estado reposando a nuestro lado, inicia unos extraños movimientos, una inesperada “danza del vientre”. Meneando arrítmicamente su abultada cintura metálica, pero sin despegar sus pies-neumáticos del suelo.


En vano intentaba la conductora movilizar aquel cacharro. Todos sus esfuerzos resultaron inútiles. La fuerte pendiente que tiene la calle y la escasa distancia que separaba su coche con el de abajo, le hacían imposible, a aquella desgraciada mujer, salir de aquel atolladero.


Las gentes que ocupábamos las mesas de la terraza, nos quedamos contemplando aquella triste escena, sin saber o querer (más bien) reaccinar. Nadie movía un dedo por socorrer, a una mujer, que era incapaz de retirar su coche de aquel aparcamiento.


Una vez tras otra, la señora, intentaba ejecutar la maniobra de dar marcha atrás, ayudándose del freno de mano, para evitar embestir al de delante, pero al final siempre se le calaba. La mujer sudaba copiosamente.


Algunos salieron del bar para ver el espectáculo, todos ya murmuraban, algunos no podían evitar la risa, casi, o sin casi, se mofaban.


La conductora, envuelta por un ciclón de nervios, limpiaba el sudor de su frente y miraba con sus tristes ojos, a los espectadores de su inesperado circo.


Yo era uno de aquellos espectadores. Y llegó un momento en que no pude soportar más aquella humillante escena, la desesperación de aquella desvalida persona quién nos estaba suplicando sin abrir la boca (pero a gritos) que la socorriéramos.


Me levanto de la silla, me aproximo a su ventanilla y le digo - ¿me permite que le ayude?


-por favor, no puedo sacar el coche de aquí.

Me siento al volante , tanteo la posición y dureza de los pedales. Observo en el cabezal de la palanca de cambio la posición a poner para cada marcha. Para meter la marcha atrás hay que aproximar la palanca al asiento del conductor y empujarla hacia delante, memorizo. No conforme con esta información pregunto a la señora: la marcha atrás es pegada a mi y hacia delante ¿no?. –Sí, sí, contestó temblorosa ella.
Con total seguridad y decisión paso a comenzar aquella “hazaña. Mi currículum de conductor es muy dilatado en el tiempo y de gran variedad de automóviles. Soy todo un genio en el arte de la conducción(amigo Sancho, se diría), una máxima autoridad .


Empujo el embrague a fondo, meto la marcha atrás, para no dejar margen al error cojo el freno de mano con la derecha. A continuación, al igual que cualquier buen conductor hubiese hecho: fui levantando el pie del embrague despacito, al mismo tiempo que voy empujando suavemente el acelerador. El coche quiere ponerse en movimiento, noto ya su pequeña sacudida, entonces ¡PISO FUERTE EL ACELERADOR!, ¡BAJO EL FRENO DE MANO! Y………… ¡BUUMMMBAAA! ¡CRAAACCCSSS CATACRAAASSS!


Los faros delanteros del Audi A4 blanco ¡REVENTADOS!, ¡NOOOOOOO!

La catástrofe se ha consumado. El llanto de la señora es un incesante grito ¡MI COCHE NUEVO! ¡ MI COCHE NUEVO!, ¡MI MARIDO ME MATA!, ¡ME MATA!


Yo intentaba calmarla, pero que va, era tontería.


El fútbol dejó de interesarle a la masa de gente que hubo dentro del bar; en tropel todos acuden a ver el estropicio. NO PUSE MARCHA ATRÁS, PUSE PRIMERA.
¿Por qué nadie me avisó?—Señora usted me dijo que la marcha estaba bien puesta, ¡por favor señora no llore!. Toda aquella gente me miraban con ojos acusadores: ¡cómo se puede ser tan torpe! Pensaban y decían.
¿Por qué el Real Madrid no metía ahora un gol?, ¿por qué no dejaban de reir toda aquella gente?. Mi amago de generosidad se convirtió en desgracia. Hice el más grande de los ridículos. –Señora no llore, no llore, con el seguro de mi coche costearemos los desperfectos. A lo que ella contestaba –¡MIS FAROS! ¡MI COCHE NUEVO! ¡MI MARIDO ME MATA!

Mi señora que había permanecido callada hasta ese momento, tampoco se pudo reprimir: ¡ERES TONTO! ¡TÚ POR QUÉ VAS A DONDE NO TE LLAMAN!


¡QUÉ VERGÜENZA! ¡QUÉ RIDÍCULO MÁS GRANDE! ¿DÓNDE ME ESCONDO?

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sábado, 20 de noviembre de 2010

Dos años cabalgando con vosotros y El Quijote (y II -lo juro-)

Hasta que cumplí los catorce años (o sea, hasta 1975 -por cierto: gracioso año en que “cascó la cebolleta” El Generalí¬simo), cuando alguien me preguntaba qué quería ser de mayor, yo le respondí¬a: pues de mayor quiero ser médico, o mejor veterinario, o quizás sea quí¬mico, o biólogo etc; concretando, alguna profesión relacionada con las Ciencias.

Durante mis primeros años de adolescencia, tuve la suerte (o tal vez no la tuve) de ser alumno de un maestro que enseñaba Ciencias Naturales con pasión; de tal forma que me contagió a mí¬ del citado sentimiento.

Pero, un buen día (o tal vez no fuera tan bueno) escuché a mi maestro de Ciencias charlando con el cura que nos impartía (que nos partía algo por dentro) religión en el colegio, en 7ºde E.G.B.

Hablaban algo sobre un tal Bertrand Russell (personaje completamente desconocido para mí entonces) y sobre la existencia o no existencia de dios (no sé por qué a veces escribo Dios con mayúscula y otras veces con minúscula, tal vez para que no pongan mala cara mis amigos creyentes).

Yo, hasta los 15 años, fui seminarista. Después, la falta de respuestas “razonables” por parte de la Iglesia, a mis preguntas existenciales, hicieron que me apartara del grupo eclesiástico. También constaté que nada tenía que ver El Evangelio con el testimonio de la Iglesia Católica; a partir de esta premisa mi pensamiento derivó hacia ideas marxistas, las cuales van más acordes con el mensaje del Evangelio (pensaba que para ayudar a los demás no hací¬a falta creer en ningún dios; al contrario: creerlo y querer hacer proselitismo con estas ideas me parecía, en todo caso, un inconveniente y una puesta en escena ridícula.

Disculpad que os entretenga con estas divagaciones, pero es que no encontraba la forma de explicar cómo pasé de ser un apasionado de las Ciencias (y creyente), a serlo de las Letras (y más que escéptico). Creo que todo fue debido a mi “sana” crisis de fe: por ello amo a don Quijote (sobre todas las cosas) y a toda la caterva filosófico-literaria (y al prójimo) gracias al Dios al que de dejé de venerar.

Consecuencia de lo expuesto es mi dedicación posterior a elucubrar, sobre todo a soñar. Don Quijote es El Soñador por excelencia, por eso los letraheridos le tenemos tanto cariño.

Leí completo por primera vez las dos partes de El Quijote hace ahora 11 años, a razón de capítulo por día (en aquellos tiempos tenía una feroz hambre de conocimientos, después de 18 años dedicado sólo al vil mercantilismo). Recuerdo que me reí bastante con esa primera lectura, sobre todo con la 1ª Parte, y cómo hablaba yo a algunos amigos míos sobre estas risas, no dando ellos crédito a que el libro pudiera provocar la hilaridad del lector: más bien al aburrimiento, pensaban ellos que les induciría la lectura del citado libro. Aunque creo que con aquella primera lectura no llegué a captar ni la milésima parte del intelecto de Cervantes vertido en su obra. Quedándome solamente con lo epidérmico del contenido del libro: sobre todo con las “putadas” (apaleamientos, apedreamientos y otros molimientos) que el autor gastaba a su criatura.

Hace cuatro años que un amigo del Club de Lectura de Priego me proporcionó El Quijote en audiolibro, junto al Lazarillo, Las Novelas Ejemplares, La Celestina y otros clásicos. ¡Qué maravilla! Empecé a escuchar El Quijote durante la horita,o algo menos, de mi paseo diario moviliza-pringues. Algunos capítulos los leía simultáneamente, otros no. Al tiempo, buscaba información en la Red que me ayudara a interpretar lo leído-escuchado. Me dijeron que un profesor de la Universidad de Granada impartía una asignatura exclusiva sobre El Quijote, pero yo nunca encontré ni rastro en Internet sobre ello.

Pero llegó mi día de suerte (clic), el día que topé con la Lectura Colectiva del Quijote de La Acequia donde nuestro, ya muy querido, Pedro Ojeda, dirigía a una más que mediana tribu de afectados por filoquijotimia (palabro patentado por Abejita de la Vega)

Nota Revulsiva:
 
Es para mí un gozoso placer (el paroxismo del gozo) anunciaros que voy a hacer el viaje para la comida quijotesca,... a base de "olla podrida". 
Animaros todos a asistir. prometo llevaros unos turrolatillos de Priego.

domingo, 14 de noviembre de 2010

He cabalgado durante dos años junto a vosotros y don Quijote


Comandados por el profesor Pedro Ojeda Escudero, hemos cabalgado un buen grupo de amigos, acompañando a don Quijote y a Sancho (éste el pobre, en borrico) por gran parte de la geografía española. Hemos partido del famoso e incógnito “lugar” de la Mancha con dirección al Sur, hasta Sierra Morena o Sierra Negra, en cuya Peña Pobre lloró don Quijote ausencias de Dulcinea.


A continuación, y después de practicar don Quijote sobre la peña una serie de cabriolas, tomamos dirección Norte, con primera intención de asistir a unas justas en Zaragoza; pero por lo visto por culpa de uno que tenía resfriado el ingenio y que, además, escribía con una pluma de avestruz grosera y mal “deliñada”, nuestro hidalgo anfitrión se arrepintió, poniendo en sustitución -por ver el mar Clic-  rumbo a Barcelona. Ciudad ésta de gentes caritativas, amables y generosas. Allí, y con falsos argumentos terapéuticos, un paisano del “lugar” de don Quijote le venció en playero duelo. A partir de ese momento ya nada volvió a ser igual; nuestro amigo hidalgo se tornó melancólico e iba ya siempre taciturno y cabizbajo, a causa de su progresivo debilitamiento físico. Consciente de que su vida como imbatido caballero andante había concluido, decidió volver a su aldea, donde sosegadamente la muerte le esperaba.

Ahora, todos los que hemos acompañado a don Quijote por su accidentado periplo, hemos quedado huérfanos. ¡Tomamos tanto cariño a nuestro Señor don Quijote!. Mientras tanto, malvivimos en la esperanza de que nuestro Mesías profesor Ojeda sabrá sustituirnos la casi irreparable pérdida que ha ocasionado la muerte del Señor de los Tristes, no dejándonos caer en el profundo y asfixiante abismo de la realidad cotidiana.
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Literariamente, conocer al profesor Pedro Ojeda y a los integrantes de su club de lectura ha sido el acontecimiento más importante de mi vida. Club formado por grandes y buenas personas entusiasmadas por acompañar a nuestro profesor en esta aventura-locura quijotesca. Porque el entusiasmo (y no sólo el sexo) es la sal de la Tierra, es lo que nos ayuda a vivir. Y si algo caracteriza al grupo de lectura de La Acequia es el entusiasmo y la pasión que ha expresado cada semana al comentar el capítulo correspondiente de El Quijote.
Me gustaría destacar la constancia de Pedro, que cada semana, y pese a cualquier adversidad, nos ha impartido las clases sobre el capítulo correspondiente, todos los lunes y jueves, en su blog La Acequia. Llegué a la lectura colectiva hace ahora dos años, cuando abordaban el capítulo 26 de la Primera parte. Dos años de pasión e ilusión por el libro más importante del mundo, el más “humano” de todos.

Desconozco el mundo universitario, así como los trabajos y exégesis en torno a El Quijote, pero considero que las explicaciones que el profesor Pedro Ojeda nos ha impartido, sobre todos y cada uno de los capítulos, bien merece verse editado en formato libro. Pues, por ejemplo, de entre la docena de libros que poseo que hablan del hidalgo manchego, bien pudiera ocupar lugar destacado el futuro libro que, semana tras semana, y durante dos años y medio, el profesor Ojeda ha ido publicando.

Mientras tanto ya están sacando provecho de él, y lo seguirán sacando, todos los visitantes internautas que buscan información (como yo en su día) sobre la obra cumbre de la Literatura Universal.



CONTINUARÁ.....

sábado, 13 de noviembre de 2010

Cap 2.74 -Niña, aquí huele a muerto

              "Verdaderamente está cuerdo y verdaderamente se muere Alonso Quijano el Bueno"
                (Vivamos en un mundo de sueños y lo haremos durante luengos años. Amén)

Respiraban un aire denso, porque agobiante era la atmósfera, las dos arañas que tejían su “caliginosa” tela, allá arriba, en la esquina del techo, sobre la cabeza de don Quijote encamado. Y se repetían la una a la otra: -niña, aquí huele a muerto, -pero fíjate qué “tranqui” y sosegado está este “tronco”:
a) “Llegó su fin y acabamiento cuando él menos lo pensaba
 b) “Yo me siento, sobrina, a punto de muerte;”
 c) ” Verdaderamente se muere, y verdaderamente está cuerdo Alonso Quijano el Bueno
d) “entre compasiones y lágrimas de los que allí se hallaron, dio su espíritu: quiero decir que se murió.”

. Seis días estuvo el hidalgo con calenturas (y al séptimo no se murió), y las pobres arañas con él respirando el halo nauseabundo y morcilloso que por entre sus dientes cariosos exhalaba. A continuación de estos seis piréticos días, anduvo otros tres ahora me desmayo ahora “mespabilo”, y al décimo, si no he perdido la cuenta, “dio su espíritu: quiero decir que se murió

Durante estos días, sus buenos amigos el bachiller Sansón Carrasco, el cura “curiambro”-porque no le bautizó Cide Hamete de otra forma- y maese Nicolás el barbero, iban y venían de sus asuntos al lecho de don Quijote. Sancho Panza se había mimetizado con el cabecero de la cama, porque de allí no se movía; no explica el autor si por miedo a que muriese su amo intestado y quedase él incobrado (que no viene en el DRAE, pero da juego).

Le confesó el cura (pecadillos “menúos” porque don Quijote había vivido como un santo –y casto- varón), y al salir de la habitación le comunicó a la peña: “verdaderamente se muere y verdaderamente está cuerdo don Alonso Quijano el bueno”.
Insiste Cide Hamete en varias ocasiones sobre la bondad de don Quijote (que se me hace difícil llamarle Alonso Quijano): “El ama y la sobrina hacían pucheros mientras cocían el puchero. en tanto que fue don Quijote de la Mancha, fue siempre de apacible condición y de agradable trato, y por esto no sólo era bien querido de los de su casa, sino de todos cuantos le conocían”.

 Cuando no se lo decían los demás, tampoco necesitaba don Quijote abuela para autoalabarse:

a) ” -Señores -dijo don Quijote-, vámonos poco a poco, pues ya en los nidos de antaño no hay pájaros hogaño: yo fui loco, y ya soy cuerdo; fui don Quijote de la Mancha, y soy agora, como he dicho, Alonso Quijano El BUENO”.
 b) Dadme albricias, buenos señores, de que ya yo no soy don Quijote de la Mancha, sino Alonso Quijano, a quien mis costumbres me dieron renombre de Bueno".
Es generoso con su herencia, dando dineros al ama para que se compre un vestido:
 ”y la primera satisfación que se haga quiero que sea pagar el salario que debo del tiempo que mi ama me ha servido, y más veinte ducados para un vestido”.
 Pide perdón a Avellaneda por haberle dado motivos (¿no es esto la cima de la ironía cervantina?):

 “»Ítem, suplico a los dichos señores mis albaceas que si la buena suerte les trujere a conocer al autor que dicen que compuso una historia que anda por ahí con el título de Segunda parte de las hazañas de don Quijote de la Mancha, de mi parte le pidan, cuan encarecidamente ser pueda, perdone la ocasión que sin yo pensarlo le di de haber escrito tantos y tan grandes disparates como en ella escribe, porque parto desta vida con escrúpulo de haberle dado motivo para escribirlos.”

No le quede al lector ninguna duda de que Alonso Quijano acabó abominando de los libros de caballerías:

 LC 1.- “Yo tengo juicio ya, libre y claro, sin las sombras caliginosas de la ignorancia, que sobre él me pusieron mi amarga y continua leyenda de los detestables libros de las caballerías”.
LC 2.- ”Ya soy enemigo de Amadís de Gaula y de toda la infinita caterva de su linaje, ya me son odiosas todas las historias profanas del andante caballería
 LC 3.- “Ítem, es mi voluntad que si Antonia Quijana, mi sobrina, quisiere casarse, se case con hombre de quien primero se haya hecho información que no sabe qué cosas sean libros de caballerías” (Y lo dice en serio)
LC 4.- “y después de haber abominado con muchas y eficaces razones de los libros de caballerías…”   LC 5.-“pues no ha sido otro mi deseo que poner en aborrecimiento de los hombres las fingidas y disparatadas historias de los libros de caballerías, que, por las de mi verdadero don Quijote, van ya tropezando, y han de caer del todo, sin duda alguna. Vale.”(Gracias Cide hamete, igualmente te deseo).

Acaba el libro con una declaración de amor entre la pluma con que escribiera Cervantes y don Quijote.
Don Quijote muere y el escritor cuelga la pluma para siempre, pues para él sólo ella había nacido. En la esperanza de que Avellaneda no lo resucite y se lo lleve a Castilla la Vieja ¡con el frío que hace allí!. (como que si voy a la comida quijotesca debo comprarme una buena pelliza. El corazón me dirá)

Comentario adherido a la Red de Comentarios Quijotescos que, desde su blog La Acequia, magníficamente  ha dirigido (y pronto unas chuletas digerido), el profesor Pedro Ojeda Escudero.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Comentario al cap 2.72 y mi muerte de don Quijote del 11/2007

   Curioso cartel anunciando una tertulia literaria en el Café Bar Sancho Panza: entrada gratuita
Comentario que pertenece a la Red de Comentarios Quijotescos que desde su blog La Acequia dirige el Humanista profesor Pedro Ojeda Escudero.

2.72

Pasaron don Quijote y Sancho el día de su llegada en aquel mesón-venta -que no castillo- (jugando al “subastao”, al ajedrez e, incluso, a la “gallinita ciega”), esperando la noche. El uno para acabar la falsa auto flagelación -o sea, la monda de los árboles-; tal vez contratado por la cuadrilla de Corcheros del Reino); el otro, amo del anterior, a la espera del acabamiento de tal faena: por ver a la señora de sus sueños desencantada (libre del acné seborreico, fístulas, llagas, apostemas y otras "peromias" que en su rostro habían enraizado).

Mientras tanto, llegó a la posada un “caminante a caballo” (no sé si será igual que “un jinete a patitas”) acompañado de unos criados, quienes le comunicaron que aquel hostal carecía de chinchorros y otros parásitos chupópteros; además de disponer de clima controlado: vamos, que la venta era “limpia y fresca” (como se sienten las chicas que usan una determinada marca de compresas)
Se alojaron estos viajeros en una habitación frontera a la de don Quijote, también decorada con feas “sargas”, como las que había en la alcoba de don Quijote. Cide Hamete no menciona su calidad ni los motivos de estas pinturas, pero seguro que tan malos como el “falso Quijote”, que fue la conclusión que Cide Hamete sacó de los anteriores.

Escuchó don Quijote, con el paquidérmico pabellón de su oreja aplastado contra la pared medianera del vecino, que aquel nuevo inquilino se llamaba don Álvaro Tarfe, personaje que él había leído cuando estuvo en la imprenta de Barcelona, en el Quijote del tordesillesco Avellaneda.

Buscó don Quijote, entonces, conversación con aquel caballero. Se encontró con él en una sala baja, la más fresca del edificio, donde el señor de Tarfe había bajado “a lo de verano” (supongo que en pantalón corto y chanclas playeras). Allí, nuestro excaballero andante, sometió al de Tarfe, natural de Granada (que no Atarfe, población muy cercana a Granada), a un exhaustivo interrogatorio. Don Álvaro reconoció ante don Quijote que él había sido gran colega del otro don Quijote y que, por recomendación suya, aquel estrafalario caballero viajó hasta Zaragoza donde participó en sus “mañas” y famosas justas, obteniendo como trofeo  el más grande de los ridículos, donde además organizó diversos alborotos y disturbios públicos. Por todo ello, el señor Tarfe dijo que se vio obligado a internarlo en el manicomio del nuncio de Toledo

Una vez convencido don Álvaro Tarfe de que nuestra “inmortal pareja” era la auténtica, la original, la genuina y que, como rezan los anuncios publicitarios, no admitía imitaciones, quiso a petición de don Quijote, testificar ante el alcalde y por mano del escribano sobre la autenticidad de tan singular mencionada pareja. Este don Quijote que en este momento le acompaña, como bien señaló Sancho, era el máximo socorredor de todos los menesterosos del orbe, así como indudable “matador de doncellas", entre las cuales hacía estragos: como muestra la reciente Altisidora. Por su parte, Sancho era  el más lleno de gracia (cual virginal criatura) de todos los escuderos del mundo,  que a chorros la derramaba.

Llegó la tarde y con ella la hora de la partida. Caminaron juntos don Quijote, Sancho y don Álvaro sobre media legua, tras la cual debía cada uno tomar su camino. Abrazó el granadino a don Quijote con una apertura de brazos, en la que luego no cabía Sancho -Sancho, hermano, que hermosos estamos-.

Al poco, cayó la noche, y se apartó Sancho a acabar su flageladora penitencia. No perdió don Quijote la cuenta de los latigazos, llegando a contar hasta “tres mil y veinte y nueve”, con lo que quedó don Quijote contento sobremanera.

A la mañana siguiente continuaron el camino de vuelta a la aldea, sin que se cruzase hembra a la que don quijote no fuese a observarle el físico y el rostro (¡anda que si la geografía llega a ser playera!), pero ninguna de ellas resultó ser Dulcinea desencantada.

Ahora trascribiré el final del capítulo pues, por muy buena explicación que ofrezca uno, la pluma del complutense, hasta el día de hoy, no tiene parangón y no necesita comentario:

Con estos pensamientos y deseos subieron una cuesta arriba, desde la cual descubrieron su aldea, la cual, vista de Sancho, se hincó de rodillas y dijo:

-Abre los ojos, deseada patria, y mira que vuelve a ti Sancho Panza, tu hijo, si no muy rico, muy bien azotado. Abre los brazos y recibe también tu hijo don Quijote, que si viene vencido de los brazos ajenos, viene vencedor de sí mismo; que, según él me ha dicho, es el mayor vencimiento que desearse puede. Dineros llevo, porque si buenos azotes me daban, bien caballero me iba.

-Déjate desas sandeces -dijo don Quijote-, y vamos con pie derecho a entrar en nuestro lugar, donde daremos vado -fol. 274r- a nuestras imaginaciones, y la traza que en la pastoral vida pensamos ejercitar.
                                                                                                                                                                                                                                  Con esto, bajaron de la cuesta y se fueron a su pueblo

Anexo:
 Enlace con una entrada que publiqué, hace ahora tres años, en mis inicios con el blog, sobre la muerte de don Quijote  Ya me apasionaba entonces  el tema y buscando y buscando por La Red tuve la gran suerte de topar  con La Acequia

Nota Revulsiva:

Esta nota es para agradeceros las palabras de apoyo que me habéis mostrado en el post anterior.
Voy a hacer todo lo posible para haceros caso, y relajarme...., recuerdo cuánto me reía en los principios de mi blog: si no, que se lo pregunten a mi querido Gaucho Santillán.

Un fuerte abrazo a todos

sábado, 6 de noviembre de 2010

¿Sobrecarga emocional?



                                                            ¿Sobrecarga emocional?


Esta pregunta quizás sea la respuesta – o parte de ella-, de mi último fracaso ( tema del cual ya publiqué varias entradas como “Fracasar mejor”, que es la mejor forma de fracasar, y valga la redundancia inversa). Porque en la vida, a fin de cuentas, todo es fracaso; o, mejor dicho, todo termina en fracaso. Es decir: bajo tierra. O, es otro decir, con nuestras cenizas esparcidas en alguna playa solitaria, o bajo el árbol que nos hechizó, en aquel “lugar” (que tanto gusta decir a Cide Hamete, y nunca nos descubrió) que nos vio nacer.

Este exordio que me he marcado sin guión previo, viene a cuento con el último pinchazo que he tenido con mis ya duras carnes neumáticas.

Resulta que tuve que ir al médico, me hizo un electro, se quedó hierático un rato; luego soltó un disparate: -Antonio, sufres de de fibrilación auricular, ahora la has tenido a 300 por minuto; - ¿Mande…, quéejjeso? -le pregunté al médico “to aturullao”. Él prosiguió: -¿tomas sustancias estimulantes como café o alcohol?; Antonio, ¿tú te drogas? ¿En qué trabajas?.

Mire usted, -le contesté al galeno- yo no trabajo, no me castigo el físico. - ¿Entonces, a qué puñetas te dedicas? Mire usted, yo viajo: unos trescientos Km al día. Durante este viaje hago una media de diez visitas en distintos pueblos a clientes. Al mismo tiempo realizo o atiendo una media de cincuenta llamadas de tlf por jornada: la mayoría de ellas peleando, porque al interlocutor se le han puesto los pollos o los perros malos, según él a causa de mi pienso (pero lo que ignora es que se lo llevé para venderle a continuación el medicamento).

Aparte de esto, y ya en mi holgado tiempo libre, me regodeo con la lectura y, si me inspira, escribo alguna chorrada a su pesar. Ahora llevo dos años enganchado a El Quijote de la mano de Pedro Ojeda y su camarilla de La acequia

Pero bueno, yo vine a hablarles sobre mi último fracaso y me puse a divagar… Pues resulta que el de la bata blanca me dijo que redujera la carga emocional que me compaña; sí, y también la física, la de mi sobrepeso. Yo pensé: ¡Ay muchacho, eso va a ser más difícil!

Este hombre de bata blanca piensa que soy muy “dolío” y me afectan mucho las cosas. Tal vez tenga razón. El próximo miércoles día 10 iré al cardiólogo y ya veremos lo que dice este hombre. Hace tiempo que he reducido mi actividad en el blog revulsivo, es posible que deba reducir la actividad en el laboro y aumentarla en el blog; antes, que así lo hacía, estaba más tranquilo y disfrutaba más. La escritura y la compañía de los amigos de blog relaja a la fiera que lleva uno en el interior. ¡ GRRR, espero que no me muerda…,fuerte!

Mañana toca Quijote. Buenas noches


viernes, 5 de noviembre de 2010

Corazón roto

No os asustéis demasiado, mañana escribiré el texto.

sábado, 23 de octubre de 2010

CAP 2. 71 y Sancho es de tiernas carnes, pero no es nada “masoka”.

Aunque lo de "Sancho Masocaaa..,", depende de la compañia... 



Comentario que pertenece a la Red de Coemntarios Quijotescos que, desde su blog la acequia dirige el profesor Pedro Ojeda Escudero.
Iba el vencido y “avereado” don Quijote con una mezcla de alegría y pesadumbre. Triste por haber sido vencido y alegre por haber descubierto en su escudero un  santo curandero, que por pago de “la voluntad”, o media docena de camisas, movía montañas. Sancho iba triste porque las camisas prometidas por Altisidora no las iba a lucir su frágil cuerpo serrano (discúlpeseme el oxímoron).

Sancho se lamenta por ser “el más desgraciado médico que debe de haber en el mundo”; donde hay “físicos” -médicos- que se “cargan” al paciente, por error en su diagnóstico o por la prescripción de medicación inadecuada y, a pesar de ello, cobran sus abultados honorarios. Sancho, nuestro nuevo y singular galeno, decide que le han de untar las manos o engrasar el gaznate antes de asistir al siguiente enfermo o fallecido; que él lo mismo trata a vivos que a muertos.

Al escuchar don Quijote hablar a su escudero sobre las nuevas tarifas que iba a aplicar en lo sucesivo por los servicios a prestar, le dijo que pusiese precio a los azotes pendientes para el desencantamiento de Dulcinea: a cuartillo de real el azote, acordaron el amo y su mozo, a quien se le abrieron los ojos un palmo, accediendo de muy buena gana. En la forma de pago no hubo desacuerdo: “azótate luego y págate de contado y de tu propia mano, pues tienes dineros míos” le propuso don Quijote al sujeto pasivo (por lo que se verá más adelante) por azotar.

“Llegó la noche esperada de don Quijote con la mayor ansia del mundo, pareciéndole que las ruedas del carro de Apolo habían quebrado”, cenaron tendidos sobre la verde hierba (su color natural) y, sin esperar Sancho a hacer la digestión, “artesanó” un látigo con el cabestro y la jáquima del rucio. Con el tal instrumento torturador se adentró hasta veinte pasos entre unas hayas donde comenzó a flagelarse. Cuando llevaba ocho azotes le pareció muy pesada la burla y el precio por ella muy barato.

-”Prosigue, Sancho amigo, y no desmayes, le dijo don Quijote, que yo doblo la parada del precio.


-“Dese modo -dijo Sancho- ¡a la mano de Dios, y lluevan azotes!

Entonces el muy bribón empezó a azotar a las hayas que le rodeaban, dando unos suspiros que parecía que por ellos se le “escapaba el alma”. Se alarmó don Quijote, pues ya había contado más de mil azotes, y le dijo a Sancho que se tomara el asunto con más reposo, ya que “Zamora no se ganó en una hora”.

Pero a mí me parece que don Quijote temía que Sancho se infringiese tanto daño con aquellos apresurados azotes, que pereciera en el intento; o, se hiriera de gravedad, sin poder ultimar aquel “negocio”: y quedara Dulcinea encantada por los siglos de los siglos.

Salió de nuevo el sol, otra mañana, como hacía milenios que tenía costumbre, y nuestros personajes siguieron su camino. Llegaron a un mesón, que don Quijote no tomó por castillo (mala señal, al dejar de soñar algunos suelen morirse). Se alojaron en una habitación cuyas paredes estaban decoradas con unas pinturas de mala calidad, que parecía las hubiera hecho un pintor como Orbaneja, pintor de Úbeda que cuando le preguntaban qué pintaba contestaba “lo que saliere”. Si pintaba un gallo, escribía debajo “este es gallo, porque no pensasen que era zorra.

Don Quijote le dijo a Sancho que tan malo como el pintor de esas “sargas” debía ser el autor del “falso Quijote”, pues su historia no tenía ni pies ni cabeza.
´
El tal de Avellaneda dejó en nuestro ilustre Manco de Lepanto una huella indeleble, no era para menos la "charraná" que le hizo el colega aragonés.

Nota Revulsiva:

Los negocios se alargan (complican) y los días de acortan, y aunque sigo aqui al pie del cañon algunos ratos los fines de semana, no estoy nada satisfecho por no poder atender, como debiera, lo que escriben los demas colegas de la red quijotesca.

Hilar el siguiente Nº de El Espolón me trae de cabeza; ahí andan las colaboraciones desperdigadas pendientes de hilbanar, y  que Ojito Saltón las vaya maquetando. AY! este Ojito, qué berrinches me hace pasar: "s´tá siempre escaqueao".

Me ha llegado esta interesante noticia

Haz clic en el siguiente enlace: Acto a realizar (no a realizar el acto) el día de la visita del Papa de Roma a Barcelona

sábado, 16 de octubre de 2010

Cap 2.70 El asalto de Altisidora a don Quijote

Las últimas semanas tengo problemas en montar la imágenes. Cliqueando se obtiene la imagen: pensé que podía ser una buena Alitisidora con pretensiones hacia don Quijote. (Quién fuera aquí el hidalgo)

Cap 2.70 de don Quijote (Que sigue al sesenta y nueve, al igual que este erótico número siguió al sesenta y ocho).
Comentario que pertenece a la Red de Comentarios Quijotescos que, desde su blog La Acequia, dirige el profesor Pedro Ojeda Escudero.


No entró Sancho muy conforme esa noche a dormir en el mismo aposento que su amo, pues sabía que don Quijote le daría el “coñazo” a preguntas sin dejarle descansar. Y, en efecto, se cumplieron los peores augurios; añorando el escudero un buen sueño en una choza. Atacó don Quijote con su locuaz artillería a Sancho pidiéndole su parecer sobre el suceso de Altisidora. Sancho no tuvo que pensar mucho la respuesta: “Muriérase ella en hora buena cuanto quisiera y como quisiera -respondió Sancho-, y dejárame a mí en mi casa, pues ni yo la enamoré ni la desdeñé en mi vida. Yo no sé ni puedo pensar cómo sea que la salud de Altisidora, doncella más antojadiza que discreta”.

En este pre- somnus y muerto de sueño se encontraba Sancho que hubo de amenazar a don Quijote para que se callase:” con todo esto, suplico a vuestra merced me deje dormir y no me pregunte más, si no quiere que me arroje por una ventana abajo”. (¡qué suicida este Sancho!) Y vaya si era capaz de cumplirlo, máxime cuando se encontraba inmune al dolor por la anestesia que le supuso el martirio de las mamonas que le hicieran las dueñas.

Ojo al dato (dejó don Quijote de dar la pelma a Sancho): “Durmiéronse los dos, y en este tiempo quiso escribir y dar cuenta Cide hamete (…) qué les movió a los duques a levantar el edificio de la máquina referida”. Resulta que el rencoroso bachiller Sansón Carrasco no había podido olvidar la humillación por el vencimiento que le infringió don Quijote, no cesando en su empeño hasta tener un nuevo duelo con el romántico caballero. Coincidencias del destino llevaron al bachiller Carrasco a encontrar por los caminos a un siervo de los duques que estaba al tanto de todas las peripecias ocurridas con don Quijote y Sancho en casa de su señor. Visitó el bachiller a los duques informándoles de su propósito; ellos le dijeron que, lo venciese o no, les diera cuenta del suceso. Llegó Sansón ante don Quijote, vióle y vencióle; hazaña de la cual informó a los duques, tal como les hubo prometido. Agregando que le hizo dar palabra a don Quijote de que, en caso de caer vencido, como así fue, se volvería a su aldea hasta un año; tiempo suficiente para recapacitar y alejarse de las locuras caballerescas.

Poco duraría a don Quijote el sueño con que empieza el fragmento anterior: “Los cuales, el uno durmiendo a sueño suelto, y el otro velando a pensamientos desatados, les tomó el día y la gana de levantarse”. Ya me extrañaba que se durmiera don Quijote al unísono de Sancho, como antes leímos.

Estando no muy descansado don Quijote por la vigilia referida, aún en su aposento, se presentó allí Altisidora, vestida de pasarela, de sopetón. A don Quijote parecióle una violadora que, tal vez, fuese a abusar de él. No es para menos la reacción del hidalgo:” con cuya presencia turbado y confuso, se encogió y cubrió casi todo con las sábanas y colchas de la cama, muda la lengua, sin que acertase a hacerle cortesía ninguna”. Tomó asiento Altisidora en una silla junto a don Quijote y empezó a reprocharle que estuvo a punto de morir, o que murió por poco tiempo, por el desdén que le demostraba. Sancho la interrumpió preguntándole que cómo era el infierno, ya que ese tipo de muertes se pagan con el fuego eterno. Ella le contestó que no llegó a entrar, que quedó a la puertas, desde donde pudo ver a una banda de diablos jugando al fútbol (no, creo que fue al golf o al hokey ilustrado, porque golpeaban a libros con unas palas: olimpiadas diablunas en todo caso). Y resultó que, uno de los libros, era el Don Quijote de Avellaneda; entonces un demonio cabecilla dictó que lo arrojaran a los más profundo del infierno: donde arden los peores herejes que en el mundo han sido. Ësta era la consideración que Cervantes tenía del citado libro. Y, para despejar dudas, le hace decir a don Quijote: “No hay otro yo en el mundo”.

Acabada la descripción del infierno, Altisidora renovó a don Quijote su profesado amor. Éste intentó desengañarla expresando que su único amor era Dulcinea. Entonces, desairada e iracunda la chica le soltó al caballero una sarta de “verdades” que dejó desarmado a don Quijote: “ -¡Vive el Señor, don bacallao, alma de almirez, cuesco de dátil, más terco y duro que villano rogado cuando tiene la suya sobre el hito, que si arremeto a vos, que os tengo de sacar los ojos! ¿Pensáis por ventura, don vencido y don molido a palos, que yo me he muerto por vos?”

ÑIÑA QUE HABLÓ ANTE LA O.N.U.