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domingo, 12 de diciembre de 2010
Bibliografía quijotesca consultada: "Invitación al Quijote"
Como quiera que mientras he leído semanalmente un capítulo del Quijote de la mano de Pedro Ojeda y su Club de Lectura de la Acequia, no he tenido tiempo -o memoria- de mencionar algunas de las fuentes que me han ayudado a obtener información complementaria sobre el Gran Libro, ahora algo más relajado (pero no mucho), voy a dar cuenta de alguno de ellos.
Al incorporarme a la lectura colectiva en Noviembre del 2008, pregunté a Pedro que me recomendara algun libro de utilidad para una buena comprensión del Quijote. Como no podía ser de otra forma me indicó el mejor: "Aproximación al Quijote" de Martín de Riquer. En pocos días estaba en mis manos éste librito. Abejita de la Vega me recomendó una excelente, más que biografía sobre Cervantes, del historiador Manuel Fernández Álvarez. "Visiones del Quijote" es otro libro extrordinario. Ya iré dando cuenta de éstos y otros más "endebles" que tengo por ahí.
Pasadas un par de semanas de mi incorporación, un comentarista de La acequia de quien no recuerdo el nombre, mencionó "Invitación al Quijote" de Jaime Fernández. Mi menda, sin decir nada a nadie, lo compró en un periquete.
Me ha servido de guía, sobre todo en lo capítulos largos, para no perder el hilo argumental de mi comentario semanal (sí, confieso que he tenido ayuda: pero los chistes y bromas eran sólo míos; que yo me tomo muy en serio mis "informalidades").
Ahora trascribo una excelente cita que el amigo Fernández incluye al principio de este libro (las 22 páginas de introducción las he leído ayer, antes no había tiempo). La cita es de un autor ruso, santo de mi devoción, Fiodor Dostoyevski (él creo en "El Idiota" al príncipe Mishkin, otra suerte de don Quijote. A Jesucristo podríamos adjudicarle el mismo calificativo), quien dice así en su "Diario de un escritor".
"No puede hallarse una obra más profunda y poderosa que Don Quijote. Representa, hasta el momento, la más grandiosa y definitiva palabra de la mente humana; y también la más amarga ironía que puede formular el hombre . Y si el mundo se acabase y en el más allá -en algún lugar- alguien le preguntase al hombre : Bien ¿has comprendido tu vida?, ¿cuáles son tus conclusiones sobre ella?, el hombre entonces silenciosamente, podría entregarle el Quijote: Estas son mis conclusiones acerca de la vida, y tú ¿me puedes criticar por ello?"
jueves, 29 de abril de 2010
Visiones del Quijote: Por Francisco Navarro Ledesma
CÓMO SE HIZO EL QUIJOTE
Don Quijote entra en su casa, cae malo, vuelve a la razón, muere. Una imponderable y grandísima pena inunda nuestro ánimo. LLoramos la muerte de Don Quijote y el renacer de Alonso Quijano el bueno. Nos apesadumbra, no tanto el que Don Quijote muera, como el que muera convencido de que antes había estado loco.
Nos parece un nuevo engaño su desengaño, una nueva ilusión la pérdida de todas sus ilusiones: y viéndole morir y oyendo sus palabras, a las que ningunas otras igualan en grandeza y sencillez, a no ser las del Evangelio (Nota obvia y revulsiva: el hecho de que yo copie esta comparación no siginifica que la comparta), pensamos todos en nuestra muerte y recorremos nuestra vida y reconocemos nuestro error, y tememos que aún nos queden nuevos retoños de ilusiones en el alma, los cuales, con acerbo dolor nuestro, han de ser arrancados o destruidos. A este íntimo arrancamiento de todo nuestro ser que la muerte de Don Quijote nos causa, no ha llegado ningún otro escritor conocido. Aquí Homero cede, calla Dante, Goethe se esconde avergonzado en su clásico egoismo. Sölo Shakespeare puede mirar con ojos serenos esta gloria superior a las demás humanas, porque sólo él, como Cervantes, supo convertir una lágrima en sonrisa y una sonrisa en carcajada, al final, y trocar la carcajada en sonrisa y hacer que la sonrisa vuelva a ser sollozo.
Y Cervantes, luego que tal hizo, como Dios, vio que era bueno.
De la conferencia pronunciada en el Ateneo de madrid , abril, 1905, por Francisco Navarro Ledesma
Nota Revulsiva (y ya, casi "cansina"):
Tenía el texto que precede a estas palabras escrito de hace un tiempo, y como ahora "ando como ando", aprovecho para publicarlo. Con ello pretendo no olvidar del todo al Quijote.
Pues la verdad es que sí, que ando algo agobiadillo, y me sabe mal tener tanta faena atrasada; no sólo ya las visitas a los blogs de los colegas, sino incluso varios email sin contestar. Quien me lea, que me tenga un poco de paciencia.
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FILOQUIJOTIMIA,
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