martes, 14 de enero de 2014

TODO LO QUE ERA SÓLIDO ( y VI)

 DIAGNOSIS: EL SISTEMA ESTÁ GRAVEMENTE ENFERMO. TRATAMIENTO EFICAZ: CONCIENCIA DE QUE LO PÚBLICO ES DE TODOS Y ES INTRANSFERIBLE Y MASIVA PARTICIPACIÓN CIUDADANA.

Se pregunta uno que cómo hemos podido llegar,  en este rico país donde tenemos una exquisita variedad  de tierras, cultivos, mares... todo tipo de actividades agrícolas y pesqueras, industriales y comerciales: al depauperado estado democrático en que nos encontramos. Entendiendo por democrático una separación real  entre los tres poderes (o cuatro), una justicia que funciona, una enseñanza que nos ha dado la generación de licenciados  mejor formada de la Historia. Una de las mejores Sanidades Públicas del mundo (quizás la mejor). Tenemos los mejores trenes y autovías del orbe (pudiéndonos  permitir el lujo de tener varios aeropuertos inaugurados –para la fotillo-  sin estrenar). Votamos sin incidentes y sin fraudes (el fraude vino de antemano: es la propia  Ley Electoral). Muy bien, ¿entonces por qué se ha colapsado el sistema? Bien fácil de contestar: hemos dejado a la zorra guardando el gallinero, no hemos ejercido control ni coerción sobre nuestros supuestos representantes: los políticos. Nos hemos desentendido de lo público con la falsa ilusión de que España era la Arcadia feliz.
Hemos olvidado que sin nosotros no hay democracia
 En treinta y tantos años de democracia y después de cuarenta de dictadura no se ha hecho ninguna pedagogía democrática. La democracia tiene que ser enseñada, porque no es natural, porque va en contra de inclinaciones muy arraigadas en los seres humanos (…) Lo natural es exigir límites a los demás y no aceptarlos de unos mismo. (…) Lo natural es la barbarie, no la civilización, el grito o el puñetazo y no el argumento persuasivo (…) Lo natural es la ignorancia: no hay aprendizaje que no requiera un esfuerzo y que no tarde en dar fruto. Y si la democracia no se enseña con paciencia y dedicación y no se aprende en la práctica cotidiana, sus grandes principios quedan en el vacío o sirven como pantalla a la corrupción y la demagogia
La democracia hay que enseñarla con el ejemplo, es la única manera.  Por desgracia lo que mayoritariamente se ha predicado es todo lo contrario: el mangoneo, la greña, la violencia verbal, el halago, la intransigencia, la palabrearía embustera, la falta de rigor, la indulgencia hacia el robo….la grosería populista, el desprecio a las leyes ¿Quién da más? Nosotros,  que tanto nos mofamos de las “repúblicas bananeras” ¿En qué nos hemos convertido?
Hemos de conseguir una auténtica democracia participativa, de forma que los ciudadanos controlemos día a día nuestro presente y nuestro porvenir. La democracia representativa, sin la función vigilante del Pueblo, se ha demostrado por activa y por pasiva, una tomadura de pelo a la gente, evidenciando a las claras cuán amigos de lo ajeno somos cuando nos dejan sin vigilancia. Para regenerar  la desastrosa situación en que nos encontramos Hace falta una serena rebelión cívica (…) que utilice con inteligencia y astucia todos los recursos de las leyes y toda la fuerza de la movilización para rescatar los territorios de soberanía usurpados por la clase política. (…) Hay que defender sin timidez ni mala conciencia el valor de lo público, que lleva tantos años sometido obstinadamente al descrédito
Asimismo,  es imprescindible  identificar y “desarmar” los argumentos de todos  aquellos (mayormente políticos y sus amigotes) que reniegan de lo público y celebran la excelente gestión de lo privado (aunque los listillos cuando no ganan dinero vienen a pedir subvenciones a papá estado) y en cuanto pueden aprovechan contratos públicos amañados para enriquecerse con lo que es de todos; últimamente (desde que explotó el ladrillo) les encanta quedarse con la gestión de servicios públicos esenciales desde  hospitales a suministro de aguas (más de la mitad ya privatizada en España), recogida de basuras... Muñoz Molina lo resume de manera muy acertada en:  EL PATRIMONIO COMÚN CONVERTIDO EN DESPOJOS.
Pero esta situación corrupta e  injusta en que nos encontramos tiene arreglo. Aunque antes debemos perder el miedo, la resignación y  el egoísmo, tomando conciencia de que debemos ser dueños de nuestro futuro, de que nosotros solos nos representamos,  y que si a alguien damos esa potestad nos debe rendir cuentas, para eso tiene una buena retribución económica que sale de la caja común, que es de todos.
 Dice Antonio Machado: Qué difícil es/ cuando todo baja/ no bajar también.                                     En un ambiente donde la corrupción es normal es más fácil ser corrupto (…) pero lo contrario también es cierto, y la excelencia puede ser emulada igual que la mediocridad, y la buena educación se contagia igual que la grosería.
Para arreglar nuestro lastimoso déficit democrático hay que impartir masiva Pedagogía Democrática: conciencia de lo público y participación ciudadana (creo que lo he repetido 4 o 5 veces, todas son pocas)
Este comentario pertenece al club de lectura La acequia que dirige el profesor Pedro Ojeda Escudero, con quien compartimos un día de playa los amigos Pancho, d. Quijote, Sancho, Ojito Saltón y un servidor de ustedes imagen del gamberro Ojito hecha cuando leíamos El Quijote.
PD.- Ha sido un placer acompañaros, amigos quijotescos y demás, en esta nueva lectura con este extraordinario ensayo. Mis comentarios no han sido muy extensos ni sesudos, pues don Apocardo, como me ha bautizado nuestra querida Myriam, no está aún para muchos trotes.
PD 2.- Besos y abrazos

lunes, 6 de enero de 2014

TODO LO QUE ERA SÓLIDO (V)

                                 TODO LO QUE ERA SÓLIDO (V): EL BEATERIO QUE NO CESA


 “Muy pronto fue cosa de aguafiestas, no de personas partidarias de la separación entre la iglesia y el estado, quejarse de la participación de las autoridades democráticas en las celebraciones religiosas”.

Si en el comentario de la semana pasada hablaba del apego de los políticos a la fiesta en general, con la intención de tener al personal entretenido y sacarse de camino unos votos, empleando para ello una  actitud demagógica y paternalista, en esta 5ª entrega me voy a centrar en otro comportamiento no menos interesado y mucho más hipócrita; ahora será su participación en actos religiosos, que en España hay para dar y tomar: procesiones, romerías, ofrendas florales, besa pies, visita del obispo, del Papa,  misas con representación “oficial” y seguro que un montón de inventos más porque el beaterío, como la humedad, se mete por todos los poros de nuestra sociedad
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De repente todos los políticos se homogeneizaron en el fervor religioso. La derecha siempre había estado perfumada de incienso, desde los sucios años de la tizne franquista, de ella no teníamos por qué extrañarnos por su “coherencia” histórica en conservar las tradiciones.

 “Que la derecha fuera castiza, obsesionada con las tradiciones, servil hacia la religión, era previsible en un país atrasado, en el que un poder político inmovilista y brutal llevaba siglos de alianza con la iglesia católica (...) La tradición integrista española había proclamado durante siglos la religión católica como uno de los pilares de la identidad nacional . La disidencia política se había asimilado a la herejía”.
  
  Pero,  ¿y la izquierda?. La izquierda había renegado durante la larga dictadura de la simbiosis iglesia-estado. ¿Qué le había sucedido de pronto  a la izquierda,  -gobernando  o de acompañante-  que se apuntaba la primera a todos los actos religiosos? ¿Acaso había sufrido una súbita “metamorfoseación” mental cual Saulo de Tarso? ¿De qué caballos se habían caído estos rojos de antaño, acusados por la Historia oficial del régimen  de quemar iglesias y abusar de conventualas? Pues parece ser que cayeron del caballo del  oportunismo político. Estos nuevos políticos habían adquirido unas  dotes camaleónicas, de tal forma que, lo mismo te presidían un paso de Semana Santa,  que se tiraban “tordía” de romería bailando sevillanas y  dando vivas a “la virgen del Rosío” (Mi arma qué arte que tienen para tener contento al personal, mientras ellos no lo paguen de su bolsillo,  claro está) 

.” Lo extraordinario fue, en esa época de mutaciones, la rapidez con que la izquierda pasó del laicismo y del anticlericalismo a una especie de fervor indiscriminado por todos los rituales heredados de la teatralidad militante de la Contrarreforma, sobrevividos no por el arraigo de la fe o por la vitalidad de la cultura popular sino por el atraso económico (---). Que la izquierda lo abrazara con tanta convicción fue otra de las grandes sorpresas que nos deparó el cambio de los tiempos. La religión ya no era el opio del pueblo. La religión era ahora una parte de las culturas vernáculas, de las identidades colectivas inmemoriales que era preciso rescatar o preservar. (…) Por oportunismo electoral, la izquierda en el poder se volvió cómplice de las liturgias aparatosas de la iglesia y secundó y fortaleció su ocupación de los espacios públicos”.

Ahora que estamos inmersos en una vorágine de recortes sociales, dicen los más ricos, supuesta y contradictoriamente, debido a que hemos vivido durante muchos años por encima de nuestras posibilidades (cuando son ellos los que han especulado por encima de lo que aguantaba el país), cabría preguntarse cuánto dinero se ha malgastado en todas estas parafernalias religiosas.


 “Pero quizás ese dinero no sea nada en comparación con todo el que reciben los colegios religiosos: debajo del carnaval de todas las entrañables fiestas y tradiciones católicas se esconde uno de los mayores expolios y de los mayores escándalos de la democracia española: con dinero público se subvenciona al cien por cien la enseñanza religiosa (…) En financiar el privilegio y la educación religiosa se van los fondos que por ser de todos deberían sostener la enseñanza pública”


Este comentario pertenece al Club de Lectura de La acequia que coordina el profesor Pedro Ojeda Escudero

Saludos Revulsivos

miércoles, 1 de enero de 2014

TODO LO QUE ERA SÓLIDO (IV)

TODO LO QUE ERA SÓLIDO (IV)    –EL POLÍTICO Y LA FIESTUKI-

La querencia que le tiene la clase política a la fiesta es clara y notoria. Y les gusta a todos sin excepción, ya sean de derechas o de izquierdas, del partido no adscrito o del regionalista de su terruño. A todos les encanta la fiestuki rodeados de sus aduladores mayormente; aunque asiste el pueblo entero. Pocos son los que se quedan en la cama escuchando la música rebelde. Ya venía la frase acuñada de hace muchos siglos: al pueblo pan y circo.. Muchas de esas fiestas salvajes y bárbaras:Aquí“..no por el apego a la tradición sino por la cruda persistencia del atraso”: pavos y cabras que vuelan desde el campanario, gallos degollados por mozos beodos, un camión tráiler cargado de tomates o harina estampado en la jeta del primer vecino a mano.

Fiestas recuperadas algunas del olvido. Fiestas en cada pueblo, en cada aldea,  en cada barrio y casi en cada calle. No acaba una fiesta cuando empieza otra; en cada localidad hay un concejal dedicado  exclusivamente a organizar  los festejos. Fiestas que contaban con un presupuesto muy sustancioso; luego no había dinero para mantener las calles limpias y sin socavones, ni mucho menos para dar trabajo social a las familias más necesitadas. La fiesta significaba la expresión esplendorosa de la Democracia, donde todo es alegre y divertido. Ya había acabado  la dictadura del tito Paco que lo teñía todo de tizne. Ahora ya era el tiempo de “la fiesta con pregones altisonantes en los que alguien cobra un dineral por celebrar con prosa de fritanga las glorias locales, la fiesta con procesiones solemnes, con galas litúrgicas,  con complicaciones protocolarias (…). Uno de los rasgos menos examinados de la democracia española ha sido la propensión al paroxismo de la fiesta. Y unos de los capítulos más incalculables del despilfarro que ahora tenemos que pagar es el de todo el dinero público que desde hace treinta y tantos años se ha gastado en fiestas.

 “Una de las tareas prioritarias de la administración era proveer de entretenimiento gratuito al pueblo. La factura verdadera nunca se ha sabido, tampoco nadie la pidió” La fiesta se convirtió en una dádiva populista, donde la holganza está por encima del trabajo. En un regalo que el político hacía a sus vecinos (regalo pagado por los contribuyentes, no del bolsillo del  político, claro está: así invita cualquiera).Si era menester se ejecutaba una réplica de la feria de Sevilla, porque nuestra feria tenía que ser la mejor en 100 Km a la redonda          . Televisión local y autonómica; periódicos locales, provinciales y autonómicos, todos aquí. Y a editar se ha dicho un suplemento de 20 páginas para sacar el fin de semana, con grandes fotos del alcalde y todo su equipo de gobierno brindando y pidiéndole a la patrona inversiones y  prosperidad para el pueblo (esto está ahora muy de moda: se le pide trabajo a la virgen del Rocío, recuperación económica al apóstol Santiago etc) .

 Los vecinos nunca pensaron que ese dinero que se despilfarraba a raudales era propio. Ese es uno de los más graves problemas de este país: que se piensa que lo público no es de nadie y por lo tanto cuanto más “se trinque”, eso que te llevas de gañote. Ni conciencia de que lo público es de todos, ni ganas de participar en la elaboración de unos presupuestos racionales para controlar el gasto, "ni ná de ná": si el dinero cae por la chimenea y se lo van a apropiar, sin remedio, los políticos y sus amiguetes…¿Para qué preocuparse?

 “Levantar la voz contra aquella degradación de la vida cívica lo convertía a uno en algo peor que un reaccionario: en un aguafiestas. Y si hay algo en España de lo que no se puede disentir es del totalitarismo de la fiesta, en el que se confunden con entusiasmo idéntico la izquierda y la derecha.” Se era aguafiestas por criticar el paisaje después de la  batalla, por llamar la atención sobre toda la porquería que quedaba en las calles donde se hacía  el botellón y zonas de bares de ambiente. Se era aguafiestas por no apoyar la libertad de horario de los bares, expresar el malestar por el ruido insoportable, por quejarte de las explosiones insoportables de los petardos.
" Y muy pronto fue cosa de aguafiestas, no de personas partidarias de la separación entre la iglesia y el estado, quejarse de la participación de las autoridades democráticas en las celebraciones religiosas”                      

(QUÉ PAÍS, SEÑOR: DIJO UN ATEO)

Este comentario pertenece al Club de Lectura de La acequia que dirige desde la Universidad de Burgos (otras veces desde su casa), el profesor Pedro Ojeda Escudero.

PD.- Sé que voy muy retrasado en mi aportación de  comentarios y visitas a demás participantes. Os puedo prometer que no me pasa como a Rajoy, que yo no sé de dónde recortar; a ver si podemos alargar los días. Diculpadme  

ÑIÑA QUE HABLÓ ANTE LA O.N.U.