DIAGNOSIS: EL SISTEMA ESTÁ GRAVEMENTE ENFERMO. TRATAMIENTO EFICAZ: CONCIENCIA DE QUE LO PÚBLICO ES DE TODOS Y ES INTRANSFERIBLE Y MASIVA PARTICIPACIÓN CIUDADANA.
Se pregunta uno que cómo hemos podido llegar, en este rico país donde tenemos una exquisita variedad de tierras, cultivos, mares... todo tipo de actividades agrícolas y pesqueras, industriales y comerciales: al depauperado estado democrático en que nos encontramos. Entendiendo por democrático una separación real entre los tres poderes (o cuatro), una justicia que funciona, una enseñanza que nos ha dado la generación de licenciados mejor formada de la Historia. Una de las mejores Sanidades Públicas del mundo (quizás la mejor). Tenemos los mejores trenes y autovías del orbe (pudiéndonos permitir el lujo de tener varios aeropuertos inaugurados –para la fotillo- sin estrenar). Votamos sin incidentes y sin fraudes (el fraude vino de antemano: es la propia Ley Electoral). Muy bien, ¿entonces por qué se ha colapsado el sistema? Bien fácil de contestar: hemos dejado a la zorra guardando el gallinero, no hemos ejercido control ni coerción sobre nuestros supuestos representantes: los políticos. Nos hemos desentendido de lo público con la falsa ilusión de que España era la Arcadia feliz.
Hemos olvidado que sin nosotros no hay democracia
En treinta y tantos años de democracia y después de cuarenta de dictadura no se ha hecho ninguna pedagogía democrática. La democracia tiene que ser enseñada, porque no es natural, porque va en contra de inclinaciones muy arraigadas en los seres humanos (…) Lo natural es exigir límites a los demás y no aceptarlos de unos mismo. (…) Lo natural es la barbarie, no la civilización, el grito o el puñetazo y no el argumento persuasivo (…) Lo natural es la ignorancia: no hay aprendizaje que no requiera un esfuerzo y que no tarde en dar fruto. Y si la democracia no se enseña con paciencia y dedicación y no se aprende en la práctica cotidiana, sus grandes principios quedan en el vacío o sirven como pantalla a la corrupción y la demagogia
La democracia hay que enseñarla con el ejemplo, es la única manera. Por desgracia lo que mayoritariamente se ha predicado es todo lo contrario: el mangoneo, la greña, la violencia verbal, el halago, la intransigencia, la palabrearía embustera, la falta de rigor, la indulgencia hacia el robo….la grosería populista, el desprecio a las leyes ¿Quién da más? Nosotros, que tanto nos mofamos de las “repúblicas bananeras” ¿En qué nos hemos convertido?
Hemos de conseguir una auténtica democracia participativa, de forma que los ciudadanos controlemos día a día nuestro presente y nuestro porvenir. La democracia representativa, sin la función vigilante del Pueblo, se ha demostrado por activa y por pasiva, una tomadura de pelo a la gente, evidenciando a las claras cuán amigos de lo ajeno somos cuando nos dejan sin vigilancia. Para regenerar la desastrosa situación en que nos encontramos Hace falta una serena rebelión cívica (…) que utilice con inteligencia y astucia todos los recursos de las leyes y toda la fuerza de la movilización para rescatar los territorios de soberanía usurpados por la clase política. (…) Hay que defender sin timidez ni mala conciencia el valor de lo público, que lleva tantos años sometido obstinadamente al descrédito
Asimismo, es imprescindible identificar y “desarmar” los argumentos de todos aquellos (mayormente políticos y sus amigotes) que reniegan de lo público y celebran la excelente gestión de lo privado (aunque los listillos cuando no ganan dinero vienen a pedir subvenciones a papá estado) y en cuanto pueden aprovechan contratos públicos amañados para enriquecerse con lo que es de todos; últimamente (desde que explotó el ladrillo) les encanta quedarse con la gestión de servicios públicos esenciales desde hospitales a suministro de aguas (más de la mitad ya privatizada en España), recogida de basuras... Muñoz Molina lo resume de manera muy acertada en: EL PATRIMONIO COMÚN CONVERTIDO EN DESPOJOS.
Pero esta situación corrupta e injusta en que nos encontramos tiene arreglo. Aunque antes debemos perder el miedo, la resignación y el egoísmo, tomando conciencia de que debemos ser dueños de nuestro futuro, de que nosotros solos nos representamos, y que si a alguien damos esa potestad nos debe rendir cuentas, para eso tiene una buena retribución económica que sale de la caja común, que es de todos.
Dice Antonio Machado: Qué difícil es/ cuando todo baja/ no bajar también. En un ambiente donde la corrupción es normal es más fácil ser corrupto (…) pero lo contrario también es cierto, y la excelencia puede ser emulada igual que la mediocridad, y la buena educación se contagia igual que la grosería.
Para arreglar nuestro lastimoso déficit democrático hay que impartir masiva Pedagogía Democrática: conciencia de lo público y participación ciudadana (creo que lo he repetido 4 o 5 veces, todas son pocas)
Este comentario pertenece al club de lectura La acequia que dirige el profesor Pedro Ojeda Escudero, con quien compartimos un día de playa los amigos Pancho, d. Quijote, Sancho, Ojito Saltón y un servidor de ustedes imagen del gamberro Ojito hecha cuando leíamos El Quijote.
PD.- Ha sido un placer acompañaros, amigos quijotescos y demás, en esta nueva lectura con este extraordinario ensayo. Mis comentarios no han sido muy extensos ni sesudos, pues don Apocardo, como me ha bautizado nuestra querida Myriam, no está aún para muchos trotes.
PD 2.- Besos y abrazos