sábado, 11 de julio de 2009

COMENTARIO, VIUDO DE IMÀGEN, SOBRE EL CAP.(2) 5º

CAP. (2) 5

Ya en el capítulo anterior quedamos los lectores sorprendidos, por la famosa y súbita quijotización, que observamos en Sancho en esta 2ª parte: la transustanciación (cual hostia) de su ruda, aunque realista alma, en un espíritu idealista y algo más refinado.
De tal envergadura es la metamorfosis intelectual que se produce en nuestro famoso escudero, como podemos comprobar en este cap.(2) 5º, que hasta el propio traductor toledano, “le tiene por apócrifo”.
La supuesta condición de apócrifo, por lo desconocido que está Sancho, nos la repite Cervantes un par de veces màs a lo largo del capítulo; parece que dijera: no olviden lectores que este Sancho, que antaño fuera tan borrico como el Rucio, hogaño se ha convertido por méritos propios, por ser alumno aventajado de su Sr. Don Quijote, en un estilizado Pura Sangre.

En tal estima tiene ya Cervantes a Sancho, que le dedica este capítulo entero, en amena discusión con su señora esposa: Teresa Cascajo.

Leemos, cómo se presenta Sancho ante su mujer “tan regocijado y alegre”, que a ésta se le para la mosca detrás de la oreja: “¿qué traés Sancho amigo, que tan alegre venís?” ( la pregunta incluye el calificativo “amigo”, que significa que entre ellos no hay secretillos, como sì es propio en lo común de las parejas). Si su esposo es de natural serio y recatado, ¿cuál es el motivo de aquellas inesperadas alegrías?. Allí debe de haber gato encerrado.
Sancho le contesta que está feliz y contento porque en breve saldrá de nuevo en busca de aventuras con su Sr., pero que al mismo tiempo está triste por tener que abandonarla de nuevo (cada oveja debe de estar con su pareja); pero debe hacerlo porque “lo manda su necesidad”, o sea que no tiene ni un chavo en el bolsillo. Los cien escudos ya volaron, y tiene que salir a pescar otros cien al menos; más, unos montoncitos de tierra aislada, en tal cuantía, que puedan constituir una ínsula en toda regla con el tiempo. Y, también con el tiempo, él se verá coronado gobernador de dicha ínsula, que aunque se llame “Barata-lia” le ha de sacar de pobre; a él y a su familia: incluso podrá casar a su hija Mari Sancha con un noble y grande de España.

Teresa, su esposa, no está de acuerdo con sus quiméricos proyectos, y le dice que Sanchica ya es mirada con ojos libidinosos por un tal Tocho -pero no sabemos si lo del apellido éste será por rendir pleitesía a sus atributos, o porque es otro porro como Sancho, según dice su señora Teresa-. La Señora de Panza no quiere promocionarse socialmente, ni juntarse con la jeet: ahí todos perfumados, con sus mujeres vistiendo ropas que todo enseñan y nada abrigan, pasando más hambre que un perro chico con tal de no engordar; ¡¡con los buenos chorizos que tiene ella en las tinajas sumergidos en manteca!!.
Olvídate Sancho, pensaba Teresa, de mudarme las costumbres y mi “modus operandis”: que yo estoy aquí más a gusto que un guarrino en un charco.

Ante la imposibilidad de convencer y contentar a su “costilla”, Sancho se acalora, y la pregona de boba, bestia y mujer de Barrabás, mentecata e ignorante. ¡UY, si le llega a coger a Sancho la actual ley sobre violencia de género!!, no lo libra ni Satanás en pijama, de una temporada en el “trullo”: por acoso (sin derribo, que eso es cosa de políticos) y maltrato sicológico reiterativo a una individua del sexo antaño débil.
Más, como estamos en los comienzos del XVII Siglo, la esposa se muestra sumisa y resignada: “que con esta carga nacemos las mujeres, de estar obedientes a sus maridos, aunque sean unos porros”. “Y con esto, comenzó a llorar tan de veras (….), Sancho la consoló diciéndole que, ya que la hubiese de hacer condesa, la haría todo lo más tarde que se pudiese”.

En torno al comportamiento de Teresa, nos dice Manuel Fernández Álvarez en su biografìa Cervantes visto por un historiador: “Sancho es el rey, que tuteará afectuosamente a su mujer ; más no a la inversa, y por supuesto, aunque disiente de sus futuros planes con don Quijote, los admita obedientemente, como si fuera atenta discípula de Fray Luis, en sus consejos a la perfecta casada. Sancho Panza era un porro, esto es, un necio, pero era su marido y había que obedecerlo. Así lo había mandado Fray Luis de León:

Que por más áspero y de más fieras condiciones que el marido
sea, es necesario que la mujer le soporte.”


REVULSIVA NOTA:

Y bajo la premisa de Fray Luis de León, han vivido las mujeres en España,
hasta bien entrados los años 70 del pasado Siglo.
No nos quejemos ahora de su supremacía en muchos órganos de poder: por lo pronto voy a ir lavando los platos.

Este comentario forma parte de la Red de Quijotescos comentarios. Y està bajo la supervisiòn del Profesor Pedro Ojeda, ideòlogo y promotor de la misma, con residencia en su blog: laacequia.blogspot.com

Saludos revulsivos y laterales, amigos.

14 comentarios:

El Gaucho Santillán dijo...

Antonio, se me ha hecho una costumbre leer tus comentarios "Quijotescos".

Excelente. Espero estès bien tù y los tuyos.

Merche Pallarés dijo...

Eso, ¡a lavar los platos! Ja,ja,ja. Pero, tendrás que convenir conmigo que la situación de las mujeres en este país hasta bien pasados los '70 (y ya no hablemos de otros países hasta hoy en dia...) es de una retrogadez y de un sinsentido que no tiene razón de ser. Vale, que muchas somos histéricas (y si así somos es porque estamos insatisfechas a nivel sexual. No olvidemos que es deber de los HOMBRES educarnos y satisfacernos en ese sentido) cabritas y puñeteras, pero somos VUESTRAS MADRES. Sin nosotras, simplemente, no EXISTIRIAIS. Ésto es lo que los hombres tienen que tener MUY en cuenta. Que conste que NO soy feminista pero es que es de pura lógica y de cajón. Me ha encantado tu post. Besotes, M.

Martine dijo...

Muy divertido Post con los delirios de grandeza de Sancho y "su" Teresa con los pies muy firmes en el suelo..
¿Por cierto, Fairy o Mistol?
Si sabes de que hablo, me creeré tu última frase.. ;-)

Besos, Antonio.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Antonio hijo...más que transustanciación....es transfiguración...el burro se convierte en corcel...aunque algo bestia el amigo...en fin...seguro que tu mildred esas palabras nis te las aguanta..a mi por cierto ya me han hecho socio honorífico del club fairy...saludos

Steki dijo...

Hola, Antoniooooooooooo!
No he seguido tu historia pero no quiero dejar de pasar a dejarte un cariño enorme. Lo sabes, no?
Espero que todo ande bien en tu vida.
Sé feliz!
BACI, STEKI.

José Alfonso dijo...

Pues nada, hombre, me alegro: Al igual que a Isabel en su momento, te digo que viví en Priego durante algunos años. De esto, ya hace unos veinticinco. No es malo mantener el contacto y dar a conocer a los demás, retazos de nuestras vidas.

No podía ser de otra manera; en la columna de la derecha de mi blog, desde la mitad hacia abajo, he colgado las obligadas fotografías que tomé en tu ciudad.

Y bien... La fotografía que encabeza mi blog corresponde a la calleja De La Hoguera, calle en la que nací, me crié y habité durante largosaños. Se encuentra en Córdoba capital, en el corazón del barrio de la judería-Catedral.

Recibe, Antonio, mi saludo y agradecimiento.

Antonio Aguilera dijo...

GAUCHO: Es un lujo tener a un lector gauchesco como vos. La family, ya todo arreglado, gracias

MERCHE: Sì, Merche. Ya aprendì hasta a planchar las camisas: faena harto ardua. Las mujeres de hoy en dìa ya no se aguantan "na", y bien que hacen.Besote de verano.

SELMA: Por supuesto que conozco esos productos, que la vida ya me enseñò a militar en las filas del "tù ensucias, tù limpias". Besos.

TUCCI: Manolo, no hay màs remedio que sacar nuestro lado "femenino".
y ponernos a fregar todo como locos. Yo le digo transustanciaciòn el cerebro la cambia de serrìn a vivaces nueronas.
STEKI: Tus visitas son celebradas con Champagne. Por casa todo mejor, gracias. Besote

Antonio Aguilera dijo...

JOSÈ ALFONSO:
Hemos publicado los dos al mismo tiempo, luego vì tu entrada. Gracias. Entonces somos cuasi paisanos.
Ya vi tu columna izquierda con la serie de fotos sobre Priego: La Villa es preciosa.
La foto que encabeza tu blog, el mencionado callejòn: es cierto, estuve en Mayo por allì y pude apreciarlo. Ahi naciste pues??. Bello lugar la Judería. Yo estuve un año allí al ladito: en el Seminario, C/ Amador de los Ríos.
Conozco bien la zona.
Un abrazo

Abejita de la Vega dijo...

Este capítulo es uno de mis favoritos porque me encanta el personaje de Teresa.Aunque hay un intento de rebelión, al final,cede y sólo pide que se lleve a Sanchico.La madre que echó a San Pablo, a Fray Luis y a todos los de su calaña.Leí "La perfecta casada "cuando era estudiante para hacer un trabajo de Literatura.Me indignó, que a principios de los ochenta ya no aceptábamos semejantes ideas.
Me gusta especialmente como expresas el cambio de Sancho:" la transustanciación (cual hostia) de su ruda, aunque realista alma, en un espíritu idealista y algo más refinado.Pero para su mujer es un "porro".
Sabía que distingues el Fairy del Mistol, tu Mildred tiene suerte que hay cada uno por ahí...
Un abrazo

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Este post me ha encantado, amigo Antonio. Pero eso de planchar las camisas... mmmm...., no se no se....

;)


(Jajaj, es broma!. Está perfecto.).

Un abrazo...!

pancho dijo...

Casi que no he acabado de reírme todavía.
Qué rico el chorizo metido en manteca cuando se saca en verano. Por aquí también se sigue haciendo.
No he llegado aún al club de la plancha pero todo se andará... del mistol soy el encargado de que no falte. Lo malo es que los que vienen por detrás no quieren saber nada de faenas domésticas. Nos ha tocado mala época, definitivamente.

Dejo a un vástago que se queda por aquí, que le eche una ojeada a los tomates en estos quince días. No sé yo si tendremos algo a la vuelta.

@Intimä dijo...

Antonio, cachis :-( el viernes a eso de las 8 y 30 de la tarde estuve de paso por Priego, y tú seguro preparando tu post para el sábado.
Ayss.
Besitos.

Ele Bergón dijo...

Hola Antonio.

El libro de la "Perfecta Casada" de Fray Luis de León, es tremendo y era el libro que tenían que leerse las mujeres ricas antes de casarse, porque las pobres no sabían ni leer. En fin, cuando haces un poco historia de las mujeres y la literatura te das cuenta de lo mucho que la mujer ha tenido que luchar para que ahora algunos freguéis los platos. Por eso Teresa Cascajo se rebela, aunque muy poco la verdad.

Me alegra que te hayas pasado por mi blog y por cierto, bonitos pueblos los de Córdoba con historia, arte y cultura como Priego.

Un abrazo

Luz

Mª Antonia dijo...

Querido Antonio:
(Me alegro de que las aguas hayan vuelto a su cauce y de que tus tendones hayan recuperado la normalidad)

Bueno, al hilo del Quijote, decirte que me gusta mucho el personaje de Teresa, considerando los tiempos que corrían para las mujeres. Aunque debo reconocer que siento una especial ternura por Sancho de principio a fin de la obra, jajajajaja... no lo puedo remediar !!

Un abrazo y a seguir afilando la pluma para el siguiente capítulooooooo.

ÑIÑA QUE HABLÓ ANTE LA O.N.U.