viernes, 14 de agosto de 2009

CAPITULO (2) 10, DE DON QUIJOTE

Edición en griego de D. Quijote de la Mancha. Foto obtenida por Óscar Muñoz.

Este comentario pertenece a la Red de Comentarios Quijotescos, que desde su blog La Acequia dirige, el ahora màs descansado profesor Dr. en Filologìa Hispànica , Pedro Ojeda Escudero (ignoro si por el apellido, sus elogios a Sancho).

CAP. (2) 10

(Donde Sancho nos muestra el resultado de sus feraces cogitaciones, materializadas en el trueque de tres labradoras por Dulcinea y dos de sus doncellas).

Si un capítulo anterior, el Cide Hamete Berenjeno, original autor de esta historia, ya lo tenía como apócrifo, pues no encontraba concordancia entre las iniciales sandeces del neófito cerebro de Sancho y las posteriormente brillantes elucubraciones que nacieron de esa minúscula porción de masa gris. En el capítulo que nos ocupa, dice el moro de marras, que “quisiera pasarle en silencio temeroso de que no había de ser creído, porque las locuras de don Quijote llegaron aquí al término y raya de las mayores que pueden imaginarse”. Este morillo quiere dar apariencia de muy cuerdo, cosa extraña, ya que don Cervantes no tenía a estos individuos en gran estima (en la parte 1ª del libro les tira “a rajatabla”).

Huyen, cual ladrones, antes que amanezca, Sr. y escudero, y se adentran en la espesura de un bosque de encinas (¡quien lo viera ahora!, el bosque digo); todo artimaña de Sancho quien necesita soledad y trinos de pájaros para urdir un plan que sea convincente al intelecto de su Sr, más no lo sería a sus ojos ni a su olfato (adiestrado en percibir el tufillo a ajo a distancia).
Don Quijote manda de embajador a Sancho para solicitar audiencia a Dulcinea, de quien necesita licencia y bendiciones para continuar con sus andantes hazañas: enderezar “tuertos” (horizontalizar buenavistas), socorrer viudas, huérfanos y un largo etc de menesterosos.
Ordena también a su escudero que no pierda detalle de los movimientos de su Sra mientras dialoga con ella: si se apoya ahora en un pie y luego en el otro (seguro que tiene una piedra en el zapato), “si levanta la mano al cabello para componerle, aunque no esté desordenado”(mientras dice ¡o sea …!, que esto denotará, a todas luces, que es una pija).

La misión, con tintes divinos, de localizar a Dulcinea, que don Quijote encarga a su escudero (amigo, hermano, hijo, padre creo que no…) Sancho, es de tan alto nivel, que sólo es comparable a la embajada que un supuesto ángel realizó, al comunicar a la virgen (en minúscula porque dudo…) María la inminente concepción por obra de birlibirloque del Mesías.
Así dijo don Quijote a Sancho: “y no te turbes cuando te vieres ante la luz…”, porque “¡dichoso tú sobre todos los escuderos del mundo!”.
El evangelio de S. Lucas nos dice que María sí que se turbó ante la presencia del ángel emisario:“más ella cuando le vio, se turbó por sus palabras”. Asímismo, “el de las blancas alas” continuó:”bendita tú entre las mujeres”. Don Quijote no llama bendito a Sancho, pero no importa, decirle dichoso es más humano y apegado al terruño (¿qué comida se gana con ser bendito?).
Después, una vez que ya Sancho ha partido hacia El Toboso, y se ha ubicado debajo de un chaparro para sopesar lo disparatado de su encargo diplomático, encontramos la siguiente frase por entre los pensamientos del escudero: “¿y de parte de quién la vais a buscar? – de parte del famoso caballero don Quijote de la Mancha, que desfase tuertos, y da de comer al que ha sed y de beber al que ha hambre-“.
Y yo me pregunto, si escribió don Cervantes adrede lo de darle torreznos al sediento y agua al hambriento, para continuar confirmando la locura del hidalgo, o para demostrarnos la confusión mental de Sancho, porque en los dos supuestos los sujetos pasivos morirían por exceso de lo que no necesitan.
De todas formas, al recoger otro precepto bíblico, el ausente de brazo izquierdo, no desperdicia ocasión de “ponerse en paz con dios”.
Ya dio “la tabarra” en el cap. anterior, cuando por el deseo de adquirir fama, pone en boca de Sancho lo de “Quiero decir que nos demos a ser santos”.
“A la vejez viruelas”: El amigo Cervantes se nos afilia a la Orden Tercera de San Francisco y posteriormente a la Hermandad de Esclavos del Santísimo Sacramento.

Don Cervantes sabe que le quedan pocos años de vida, y como la vida que ha vivido hasta ahora no ha sido precisamente buena vida, piensa, cual moro (que una vez muerto los apetitos sexuales, gastronómicos … serán saciados ), que la otra vida, que está por venir, podrá ser mejor vida. Por algo, cuando alguien muere, se dice: PASÓ A MEJOR VIDA.
REVULSIVA NOTA
El gracioso acontecimiento que mantienen nuestra legendaria pareja con tres labriegas subidas a lomos de sus respectivas burras, es de antología. Pero creo que ya no debo extenderme más en este comentario: se acabó el tiempo y el espacio.
Besos y abrazos para los paseantes de La Acequia y demás allegados a este lugar.

10 comentarios:

Martine dijo...

Igual cual morito piensa encontrarse, una vez muerto con Huries virgenes, en número demasiado elevado (pienso yo) para honrarlas a todas tan enclenque llegaría.. me estoy yendo por las ramas de los árboles de los bosques que lindan el Toboso..
Tu Entrada, Antonio me hace pasar un excelente rato!
Y me permite refrescar lo poco del alfabeto griego que recuerde., deletreo, entre algunas cosas: Editorial : Papadopoulos... Don QuijoteS... para niñ@s...Algo de estudios clásicos para niñ@s...

Y ya ! Esta calor no me da para más..

Besos refrescantes, Antonio...

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Amigo Antonio, es que Don Alonso, me parece que como dice maese Pedro...no tiene muchas ganas de encontrar en realidad a su Dulci...por eso entra al trapo en lo que le trae Sancho..y éste que es más listo que una liebre, se ha dado cuenta de que es "su hora" para hacer y deshacer a su antojo....

Pd: estuve casi en tu pueblo...me tiró "patrás" el pedazo de obra de la carretera (me lo dijo un amigo mio que trabaja en el instituto de tu pueblo)...otra vez será...congela los cangrejos...saludos

Unknown dijo...

Veremos donde termina este protagonismo forzado de Sancho. Capítulos por delante los hay para deshacer este entuerto.
Excelente la portada del libro en griego.
Yo sigo de mercadillo en mercadillo buscando figuras o detalles quijotescos. No olvido las librerías. Esto ya es una manía obsesiva. Tengo la enfermedad del quijote arraigada por obra y arte del maestro Ojeda y algunos que sin gritar mucho las matáis callando.
Un fortísimo abrazo amigo.

Abejita de la Vega dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Abejita de la Vega dijo...

Veo que este capítulo nos ha gustado mucho a todos los letraheridos por el Quijote. Qué cuadro el pollinesco y qué manipulador se nos ha vuelto Sancho.Y cómo lo cuentas,lo vives.

Me hablas de "La flauta mágica" de Mozart, a propósito de lo publicado por Kety. Papageno tiene algo de Sancho, Pamina algo de Dulcinea y Tamino de don Quijote. El autor del libreto tal vez leyera el Quijote. Nuestro Cervantes llegó muy lejos.
Que escuchéis esa maravillosa música, tu hijo y tú. A lo mejor levanta la cabeza del cacharrillo...
Un abrazo

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Volvi de mis vacaciones, querido amigo, y me alegro de poder leerte de nuevo...!

Leido tu comentario sobre el espolon.

Gracias.

Un abrazo enorme...!

Merche Pallarés dijo...

Ya te leí donde nuestro insigne profe PEDRO O.E. y me reí un buen rato. Este capítulo la verdad es que es tronchante y sí, tampoco creo que nuestro Quijo quisiera encontrarse con su amada Dulcinea porque, en el fondo, fondo, sabía que no tenía nada que hacer... Creo que se dejó engañar por Sancho de muy buena gana. Se le quitó un peso de encima a nuestro buen Cervan. Besotes, M.

El Gaucho Santillán dijo...

Que bueno, Antonio! Miràlo vos, a Sancho!!

Pedro Ojeda Escudero dijo...

No sé si más descansado y escuderil, pero vuelvo.
Bien visto, hasta lo del bosque: deberíamos comisionar a alguien para saber si se conservan las encinas de El Toboso.
Y bien por Óscar,que aumenta nuestro fondo de imágenes quijotescas.

Kety dijo...

Podría ser que don Quijote y Sancho llegaran al Toboso por la carretera la Venta, donde existe un encinar.
También cabe la posibilidad que don Quijote quedase esperando en un pequeño oasis por El pozo de la Cadena situado entre la carretera de Miguel Esteban y la carretera de Quintanar de la Orden.

http://www.eltoboso.es/files/documento/el_toboso_rutas.jpg.

No sé, si estos datos aclaran tus dudas, si es así, me alegraría.

Un abrazo.
Sigo disfrutando de vuestras conjeturas que no son pocas.

ÑIÑA QUE HABLÓ ANTE LA O.N.U.