domingo, 19 de septiembre de 2010

CAP 2.67 Don Quijote bucólico en "locus amoenus"


Para escuchar cómo don Quijote pide a Sancho que vaya con él a recoger una borregona que quedó atrapada en unos riscos Clic aquí (ya sé que repito la audición de este "diálogo profundo de la Hostia", pero me gusta: estuve años escuchando cómo hablaban así los cabreros de la sierra)

Comentario que pertenece a la Red  de Comentarios Quijotescos que dirige desde su blog  La Acequia el profesor Pedro Ojeda Escudero.

cap 2.67 (enlaces en azul)
Aunque don Quijote en este capítulo hace proyectos de dedicarse a la vida pastoril durante el año de paro “caballeril” forzoso que le ha impuesto el de la Blanca Luna por haber perdido el torneo contra él; lo que no piensa, desde luego, cambiar para su nueva vida es de amada (por no tener con ella aún problemas de convivencia), y menos el nombre de ella, pues el de Dulcinea es adecuado igual para ser princesa como para ordeñar ovejas.

Lo que le fatigaba las “mientes” a don Quijote, y verdadera y seriamente le hería el espíritu, es la indolencia de su escudero. Si Sancho tenía en ayuno sus posaderas de los miles de azotes que el mago Merlín le hubo recetado en la Cueva de Montesinos para el desencantamiento de Dulcinea, debía ser porque NO quería bien a su amo: el desasosiego se había instalado en el alma de don Quijote dado que “como moscas a la miel le acudían y picaban pensamientos...”. (Y ¿qué más le da ahora a don Quijote que su Dulcinea esté encantada en labradora? Qué mejor que una dura y aclimatada labradora para ordeñar ovejas).

Por mucha preocupación y fidelidad que don Quijote mostrara por su amada Dulcinea, tampoco se olvidaba de los requiebros y muestras de amor que le expresara la entregada Altisidora. Y no pudiendo reprimir más su curiosidad varonil (o de “macho varas”) le preguntó a su escudero:
“¿preguntaste a ese Tosilos que dices qué ha hecho Dios de Altisidora: si ha llorado mi ausencia, o si ha dejado ya en las manos del olvido los enamorados pensamientos que en mi presencia la fatigaban?”
(En aquellos tiempos no existirían naturalistas-vegetarianos: pero a nadie -ni a don Quijote- “le amargaría un dulce”

-¿Desde luego amo, no sé cómo puede usted pensar en esas frivolidades con los problemas que tenemos ahora?: Le contestaría Sancho.

Y, para finalizar, pondré un enlace que el superprofe P.O.E me ha puesto a óvulo, dado que explica al dedillo uno de los pasajes más bellos que Cervantes ha escrito: locus amoenus

locus amoenus (lugar agradable). Deriva de Teócrito y de Virgilio y tuvo un gran desarrollo en nuestra poesía bucólica de la Edad de Oro. La descripción del paisaje tiene las mismas características: prados verdes, riachuelos cristalinos, pájaros cantando, árboles con deleitosa sombra. No importa la precisión geográfica, sólo que sea el marco ideal para el amor. Garcilaso y Jorge de Montemayor son buenos exponentes en el uso magistral de este tópico.

"nos andaremos por los montes, por las selvas y por los prados, cantando aquí, endechando allí, bebiendo de los líquidos cristales de las fuentes, o ya de los limpios arroyuelos, o de los caudalosos ríos. Daránnos con abundantísima mano de su dulcísimo fruto las encinas, asiento los troncos de los durísimos alcornoques, sombra los sauces, olor las rosas, alfombras de mil colores matizadas los estendidos prados, aliento el aire claro y puro, luz la luna y las estrellas, a pesar de la escuridad de la noche..."

Cervantes nunca se entretuvo en describir, con todo lujo de detalles (palacios, ventas etc),  los espacios cerrados; pero cuando sale al campo, al aire libre, se luce, explaya y  lo goza al máximo.

12 comentarios:

Abejita de la Vega dijo...

No entndería a los pastores que hablan así, menudo contraste con los de la Arcadia feliz.
No había caído en el detalle, si va a ser pastor qué mejor cosa que una labradora brincadora, para qué quiere desencantarla y quedarse con una finolis que sólo sabe bordar.

Cervantes se luce al aire libre, es amigo del aire limpio.

Un abrazo

pancho dijo...

Este diálogo entre padre e hijo es auténtico, me he vuelto a reír con ganas.

Lo bueno que tiene la relación de DQ y Dulcinea es la ausencia de conflictos. Lo peor(como decía un amigo)que no existe lo de que para algunas cosas sólo hay que dar la vuelta...

Estoy contigo, la labradora Dulcinea se adaptaría antes y mejor a los abreojos y gatuñas de los rastrojos.

Para POE las riberas del Arlanzón son su Locus Amoenus.

Un abrazo

Mónica dijo...

Nunca oí hablar así, pero pude entenderlo en partes con la traducción, en otras me lié al leer jaja.

Qué bueno saber más de Nuestro Cervantes!

Abrazos desde Argentina

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Grande como siempre, Antonio. Es un puntazo lo del locus.

Un abrazo amigo.

El Gaucho Santillán dijo...

Hola.

Buena reseña, Antonio, como siempre. Y que claramente, cambia Cervantes, cuando sale al campo.

El otro dìa le habìa preguntado a cornelius, si te conocìa!! jajajaja!!!

Un abrazo (primaveral)

Myriam dijo...

¡Cómo me reí con el audio de los cabreros... hasta uno sabe tu nombre jajajaja!

Higorca Gómez Carrasco dijo...

Es un placer siempre poder leer estas ocurrencias tan magníficas, leo y releo y siempre encuentro algo que me he dejado la primera vez, viviendo cerca del Quijote y Dulcinea, cualquiera pasa de puntillas por aquí, es mejor dejar huella.
Saludos

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

La vuelta lenta a la realidad hace que la locura se convierta en cordura... ¡que difícil aceptar la realida dura y cruel¡
¿cuando taché a vuestra merced de viejo? Es que no entendí la misiva....pero es que ando excesivamente atareado.....saludos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

En efecto, Antonio, dos claves certeras: la dama inalterable y la parodia del locus amoenus. Don Quijote se resiste a abandonar el mundo ideal.
Un abrazo.

Paco Cuesta dijo...

¡Como han cambiado los marcos ideales para el amor! En la mente de don Quijote no cabe otra cosa que romanticismo.

Asun dijo...

Chico, he tenido que mirar el "la intennés" a ver que era eso de "locus amoenus". Es que yo siempre he sido de ciencias. y luego sigo leyendo y veo que tú, luego nos lo explicabas tan estupendamente.

El "diálogo ese profundo que te cagas" ya lo había escuchado, pero no he podido evitar volver a partirme de risa.

Besos

Anónimo dijo...

Menudos serían los pastores..

ÑIÑA QUE HABLÓ ANTE LA O.N.U.