sábado, 19 de julio de 2008

LA MUERTE DE DON QUIJOTE (REPOSICIÓN)

No teman se lee rápido, creo que será ameno.
Publico de nuevo el siguiente texto, es de los que más satisfecho estoy.
Espero que el verano pase rápido y lleguen mis felices días de invierno para disponer de tiempo para publicar cosas nuevas.

Me perdonen lo "cansino" que puedo llegar a ser ( seguro que ya lo soy ).

Espero que sea de su agrado.


LA MUERTE DE DON QUIJOTE

Unifico en este título dos palabras que son de especial relevancia y significación para mí: MUERTE Y DON QUIJOTE .y que juntas ejercen una sinergia que multiplica por mucho su poder de reflexión.
Sería imposible para mí hacer un trabajo exhaustivo y profundo sobre el tema, sobre todo por el océano de bibliografía que existe al respecto. Intentaré bucear un poco, haciendo referencia a algunos textos que estoy ojeando estos días, y mis confidentes son: Fernando Savater, Miguel de Unamuno, Bertrand Russell, Rubén Darío etc, haré pasar estas confidencias por la batidora de mi mínimo intelecto y a ver qué sale. Bueno añado a un gran confidente que ya olvidaba y que es Harold Bloon.

Pronuncia Sancho Panza muy afligido al final de la novela las siguientes palabras:
“No se muera vuesa merced, señor mío, sino tome mi consejo y viva muchos años; porque la mayor locura que puede hacer un hombreen esta vida es dejarse morir, sin más ni más, sin que nadie le mate, ni otras manos le acaben sino las de la melancolía”
Es el momento en que Sancho por fin ha comprendido la misión aparentemente absurda del caballero andante, revelación que le llega precisamente cuando D. Quijote la abandona y se resigna a morir. La verdadera locura consiste en dejar de cabalgar y echarse a morir.
He aquí el entusiasta peán con el que D. Miguel de Unamuno celebra el momento de iluminación final del escudero:
“!Oh, heroico Sancho, y cuán pocos advierten el que ganaste la cumbre de la locura cuando tu amo se despeñaba en el abismo de la sensatez, y que sobre su lecho de muerte irradiaba tu fe; tu fe, Sancho; la fe de ti, que ni has muerto ni morirás! D. Quijote perdió su fe y murióse: tú la cobraste y vives; era preciso que él muriera en desengaño para que en engaño vivificante vivas tu”
(Vida de D. Quijote y sancho de M. de Unamuno, parte II, cap.LXXIV.)

Para negarnos a la muerte, hay que elegir una empresa, una cruzada, un propósito que se quiera invulnerable y que nos haga deambular sobre la faz de la tierra –a nosotros, que nos sabemos mortales, que lo único cierto e inapelable que conocemos es nuestra mortalidad irrevocable—como si fuésemos inaccesibles a la muerte.
La saludable locura quijotesca opta por la caballería andante, pero otros muchos vitales desvaríos alternativos son imaginables y no menos eficaces, mientras el letal desengaño no nos despierte de ellos. La mayoría serán éticos o sea que consistirán en alguna formulación de eterno deber de pelear contra el mal. Lo formuló muy bien otro heredero de D. Quijote, con inequívocas trazas de Sancho Panza, Gilbert Keith Chesterton, cuando escribía en una de sus novelas: “Combatir el mal es el origen de todo placer y hasta de toda diversión (en La taberna errante). De diversión hablando, ¿ha señalado alguien alguna vez que, con todos sus quebrantos y frustraciones, el loco D. Quijote siempre da la impresión al lector de divertirse prodigiosamente acometiendo sus menguadas hazañas?. Por eso mismo también nos resulta divertida la novela a los lectores. Queda claro que el Quijote no es un libro melancólico. No, no lo es : en verdad el objetivo de la historia es denunciar y combatir la melancolía. Porque la melancolía es la enfermedad mortal que nos aqueja, en el sentido literal del término: la enfermedad propia de quienes se saben mortales y, desde el realismo de la necesidad, comprenden lo inútil de todos los esfuerzos humanos. El humorismo cervantino desafía la melancolía y propone a un personaje delirante y bravo que se enfrenta a ella. Alonso Quijano se convierte en D. Quijote para escapar a la melancolía mortal que le amenaza en su mediana edad, y lo consigue.
El único fracaso de la ética es no poder vencer a la pereza paralizadora, y nuestro hidalgo es cualquier cosa menos perezoso. D. Quijote no muere de quijotismo sino de renunciar finalmente a serlo y volver al alonsoquijanismo melancólico.
Cervantes no escribe su novela para burlarse de D. Quijote sino para burlarse de los que se burlan de él.
Escribe Unamuno:” D. Quijote pierde el juicio por nosotros, para nuestro provecho, para dejarnos un ejemplo eterno de generosidad espiritual”. Es decir, don Quijote se vuelve loco para expiar nuestra monotonía, nuestra miserable falta de imaginación.
El Quijote es una obra festiva y no un lamento fúnebre sobre la condición humana.
Refiere Bertrand Russel cómo en su infancia escuchaba admirado las grandes risotadas de su abuelo lord Jhon Russell, solemne ministro de la reina Victoria, cuando en sus ratos de ocio leía la novela de Cervantes.

Como en toda liturgia que se precie, acabaremos con una oración:

¡Ora por nosotros, señor de los tristes,
Que de fuerza alientas y de sueños vistes,
Coronado del áureo yelmo de ilusión;
Que nadie ha podido vencer todavía,
Por la adarga al brazo, toda fantasía,
Y la lanza en ristre, toda corazón!. (Letanías a Nuestro Señor D. Quijote, Rubén Darío)

Me despido con esta petición al más universal de nuestros personajes literarios,
Al que espero que en un corto plazo metamos mano en nuestro foro.

Saludos a todos de Antonio Aguilera

12 comentarios:

El Gaucho Santillán dijo...

Antonio, me gustò antes, y me gusta ahora. Està muy bonito. Te dejo un saludo. Me pusieron un soneto en Priego, mira a ver que te parece.

Saludos

@Intimä dijo...

Un besito Antonio.
Don Quijote el mejor soñador que dejó huellas de las locuras de un sueño. :-)

ilde dijo...

Hoooola amigo Antonio¡¡ digo yo como usted, !que ganas tengo de que llegue el invierno y poder tener un ratico libre pa estos menesteres.
Me ha gustado esto del Quijote, si señor.
Lees unas cosas muy profundas con el calor que hace, tienes que leer algo más fresquito, mira que luego las neuronas se te resienten.
Yo, ahora en verano, leo la etiqueta del champú , la composición de la cerveza y poco más.
Saludos

Vicky dijo...

Sera de locos dejarse morir? bueno creo que todo depende de las situaciones, a lo mejor es de cuerdos...
Un abrazo amigo, como siempre, impactan tus escritos..
Caricias para tu alma.

lichazul dijo...

quijote no está muerto....andaba de parranda ♫♫♫jajaja

quijotes luchando contra los molinotes del merchandising y desarmando entuertos en blogs pixelados hay muchos....con herramienta nuevas pero usando la mejor y la más antigua ...la palabra

quijote habemos muchos haciéndo patria señores!!!

El Gaucho Santillán dijo...

Vamos Antonio!! pon otra cosa!!

Me enterè que estuviste conociendo gente. Hay fotos????? jajajaja!!!!


Saludos

María José dijo...

Hola Antonio:
Esto no es un post cualquiera, esto es un ensayo metafísico.
Unamuno era un genio, es uno de mis ídolos literarios. Hay una anecdota de que en una conferencia dijo "saquespeare" y ante las risas de los asistentes, siguió el resto de la conferencia en inglés. Un genio, sí señor. Por eso me entra a mi la melancolía, no por pensar en la muerte como dice tu texto, sino porque hace que me sienta mediocre, y detesto la mediocridad.

Ya que ando por aquí, voy a ir a ver a la sico.
¿has visto mi blog Mi Propio Laberinto?

Hasta pronto.

Mª Antonia dijo...

Querido Antonio:
¡Mándanos aunque sea un saludo!

Sobre el texto, en su día te comenté el extraordinario análisis sobre ese lado concreto del Quijote.

Escríbenos más.
Un abrazo

lichazul dijo...

ahhh que cosas antonio!!

dónde se quedó la pluma que desordenaba mi cuaderno??
quizá yace bajo un baobab de frutos carnosos o está de pancita sobre la dorada arena frente al mar ...

se te extraña:-)

las mejores vibras para tí
desde el invernal chile gris y solitario

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Antonio:
Que excelente post, hasta ahora voy entendiendo a Don Quijote, y a su escudero Sancho, de como la melancolía desea hacer nido en nuestros pensamientos, y como Sancho lucido nos dice que no hay que dejarnos abatir.

Sabes hoy en día hay millones de Don Quijotes, luchando contra un enemigo invisible, con lanza y escudo lo enfrentan, es la tristeza, soledad, la amargura, la depresión.

Así que ojala oremos por todos los que luchan contra esos gigantes, que el viento los mueve en nuestra mente, y podamos no dejarnos morir, la vida es bella, y el don de la vida que Dios nos dio hay que cuidarla.
Un post muy profundo y muy bien explicado, para los pocos conocedores como soy yo.
Saludos

Azpeitia poeta y escritor dijo...

Don quijote, es ese extraordinario personaje, que nos persigue desde que nacimos hasta nuestra futura muerte....aprendí a leer sobre el, luego lo he leído varias veces, y una vez todo entero...me gusta tu inclinación por la sabiduría del pueblo que se desborda en este viejo Hidalgo y su inolvidable Sancho....me gusta lo que dices y tu lucha por buscar la verdad...un fuerte abrazo de azpeitia

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Las páginas que Cervantes dedica a la muerte de don Quijote son algunas de las más bellas que se han escrito en español.
Devuelvo tu amable visita y comentario en La Acequia, en la que espero verte en próximas ocasiones.

ÑIÑA QUE HABLÓ ANTE LA O.N.U.