miércoles, 25 de diciembre de 2013

TODO LO QUE ERA SÓLIDO (III)


TODO LO QUE ERA SÓLIDO (III)
NARCISISMO Y MEGALOMANÍA
No hay cosa que guste más a un político que salir en portada de un periódico de gran tirada inaugurando su gran obra faraónica. Compiten entre ellos por ver quien la construye más grande o más cara.  La utilidad y rentabilidad de lo construido es lo que menos les importa, ellos quieren una gran obra que les trascienda, que conste luego en los libros de Historia  aquí, obras faraónicas . Es muy importante que se lea muy claro en la placa que aquello se hizo durante su mandato e intentando que coincidiera con campaña electoral, para sacar el máximo rendimiento político. También son muy selectivos los políticos a la hora de adjudicar un proyecto a una empresa u otra, porque ellos tienen sus “amiguitos del alma ” que les abrigan muy bien el bolsillo y engrasan el gaznate: aquí, el buen engrase.
Escribe Muñoz Molina que España se había convertido en el: “ …país de los simulacros y los espejismos, el de las candidaturas olímpicas y las exposiciones universales, el de las obras ingentes destinadas no a ningún uso real sino al exhibicionismo de los políticos que las inauguraban y al halago paleto de los ciudadanos que se sentían prestigiados por ellas (…) a la exaltación de la más baja vulgaridad transmutada en orgullo colectivo”. Los políticos aprovecharon el enorme flujo de capital que entraba en España, gastado mayormente en “ladrillo”, y con el que han desfigurado el rostro del país, aqui los peores desastres urbanísticos , para materializar sus sueños de grandeza.
 Para ello no dudaron en arruinar las cajas de ahorros donde tenían vía libre; ahora rescatadas con dinero de todos los ciudadanos (PA HABERNOS MATAO –por no haber estado vigilantes-):“al mismo tiempo que se iban levantando por todas partes las arquitecturas más inútiles y más caras de Europa, han surgido y se han agigantado también en España figurones de la política que han cultivado con éxito y sin ningún escrúpulo el populismo más barato, a veces paternal y a veces chulesco, exhibiendo una zafiedad que se defendía o se disculpaba como llaneza”
A pesar de tanto saqueo de las arcas públicas, la gente los sigue votando una y otra vez;  porque sólo perciben  al político por su superficialidad y fanfarronadas: “urbanizaciones y campos de golf y polideportivos de dimensiones olímpicas, traen por sus cojones a las fiestas al artista más famoso y más caro, a quien además podrá ver todo el mundo sin pagar entrada”
A la querencia que tiene el político,  de todo color,  a las fiestas fiesta profanas y religiosas dedicaré mi siguiente entrada.
Este comentario pertenece al Club de Lectura de La acequia que coordina el profe Pedro Ojeda ( que los dioses “mus lo cudien  muchos años)

4 comentarios:

pancho dijo...

Todas las ciudades querían un Palacio de Congresos descomunal, un aeropuerto, una estación del AVE, teatros restaurados... flamantes edificios que en muchos casos han quedado como carcasas por no haber dinero para darle contenido y actividad.
Por cualquier sitio que viajas se ven los esqueletos de edificios a medio hacer abandonados. Lo van a tener difícil para continuarlos con más de tres millones de casas vacías.El desastre es global y completo.
Los políticos despechugados, como los llama MM, otra figura hispana digna de estudio.

Bien completo comentario.

Un abrazo.

Abejita de la Vega dijo...

De pronto, los políticos se sintieron faraones, a ver quién inauguraba más y mejor. No hay dictador que se precie que no tenga sus edificios colosales. Aquí cundieron los dictadorzuelos. Muchas obras quedaron varadas y son un monumento al despilfarro de una época.

Muñoz Molina lo recuerda para que nosotros recordemos.

Besos, Antonio.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Y qué fácil fue que todos les dejáramos hacer. Aquí cualquier concejal de cultura quería pasar a la posteridad... con dinero ajeno, claro.

Paco Cuesta dijo...

Quizá lo mas triste es que aplaudimos, tal vez no todos, pero aplaudimos.
Un abrazo

ÑIÑA QUE HABLÓ ANTE LA O.N.U.