
De la novela de Rafael Requerey Ballesteros
Confieso que en un principio me costó adentrarme en la novela, pues hacía pasar las frases-expresiones por el tamiz de poeta que es Rafael Requerey y el resultado me era un poco confuso. Sus poco de mas de cien páginas me han supuesto el esfuerzo de al menos un libro de trescientas.
Considero el libro como una amalgama, miscelánea de conceptos y formas, todo ello conectado por un leit motiv constante en toda la obra, y que es el amor que expresa Lucio de distintas formas, desde la desesperación de su enfermedad síquica. Y que en varias ocasiones consiguen, estas manifestaciones de amor, un efecto de gran hiperestesia interior en el lector.
Algunas características de esta miscelánea.-
Barroquismo: hay fragmentos de gran densidad culterana y poético-desconcertante para los no iniciados.
Popular: por ejemplo la descripción del marchante de ganados, que narra Lucio desde su niñez, vestimenta, estilo y ojo clínico. Tema éste, el ganadero, cercano al autor pues ha sido vivido, sufrido y trabajado por él desde su infancia y juventud por ser una actividad familiar.
Otros rasgos populares son la inclusión de refranes, dichos populares, cancioncillas.
Religioso: existencia de léxico de este “gremio”, por algo nuestro autor es ferviente devoto del NAZARENO y tiene en su haber un libro, que yo sepa, sobre esta cofradía y su templo.
Onírico: Otro tema, este de los sueños, muy caro a Rafael. Gran especialista de este mundo (no tiene nada que envidiarle a Freud). Rafael ha bebido de la infusión de adormidera que Hipnos portaba en su mano perdida, y ha quedado “tocado” por un sueño mágico, que impregna toda su obra para siempre, en contraposición al realismo mágico.
Frenológico: Defensa y comprensión de los enfermos síquicos, se desprende de la obra y como son capaces estos enfermos de demostrar un gran sentimiento de amor hacia las personas que le rodean.
Destaco, porque me han causado gran efecto, las descripciones en ocasiones muy agobiantes de los síntomas que sufre Lucio a causa de su enfermedad mental.
Si era su propósito, el autor, ha conseguido transmitir perfectamente al lector la sensación de ese mundo asfixiante y desesperante que sufren estos enfermos.
Para terminar dos consideraciones:
En el aspecto autobiográfico, ¿cuánto hay de Lucio en Rafael Requerey?
(Bueno, loco pensamos que no está, digo en otros aspectos)
En el tema del cachondeo, yo no encuentro en mi libro la página 122 tal como pone en el índice que debe estar el epílogo, el mío acaba en la página 111.¿por qué me han dado un ejemplar emasculado?.
Bueno amigos espero que a causa de estos disparates no penséis que estoy de siquiátrica
Gracias por leerme
Antonio aguilera. Literatura revulsiva, la que se sufre leyéndola, pero ojalá pueda aportar algo.